Ídolos transversales
Muchachos: la película de la gente (Disney+) narra durante m·s de cien minutos de ortodoxia documental el mundial de la selección argentina que ganó en Qatar. Se alternan im·genes de primer nivel de retransmisión (incluida la fugaz aparición de Lluís Flaquer, de la Ser) y un mosaico de vídeos domésticos. Las c·maras amateurs enfocan a multitud de argentinos viendo el partido. Es una pr·ctica que popularizaron las redes sociales, sin imaginar que la emoción superaría la tentación de sobreactuar y la ambición comunitaria. El documental, que retrata el hiperbólico patriotismo de los argentinos, es reiterativo pero, al mismo tiempo, excepcional. De la voz en off se encarga Guillermo Francella (pronto lo veremos en La extorsión). El mensaje es de fraternidad nacional en un momento de m·xima dificultad. Y aunque se trate de un mensaje inducido, las im·genes lo corroboran con una emoción imposible de no compartir. La suma de tacos y maldiciones ante las adversidades que el equipo liderado por Messi tuvo que superar conforman la coherencia del relato. Un relato que, incluso sabiendo cómo acaba, sigue siendo imprevisible. “No sabemos ser mejores sin sufrir”, dice un virtuoso de la radiofonía. Y, en un comedor anónimo, un niño le dice a su padre: “Ganemos o perdamos, lloraremos”.
MI MÚSICA ES TU VOZ. Acaba Operación Triunfo (Prime Video) con el éxito de haber consolidado nuevas vías de fidelidad a través de un formato que, a diferencia de lo que predomina en las parrillas, no abusa de dinamitar la atención. Como veterano comentarista del OT fundacional, observo que los concursantes han ido perdiendo el apellido. Naiara, Juanjo, Martin, Lucas y Ruslana participan de una tendencia que antepone el impacto de la notoriedad de kilómetro cero a la identidad. °Ah, los viejos tiempos en los que para distinguir a un David de otro tenías que añadir Bustamante o Bisbal! Eso por no hablar de la dignidad suicida de Juan Camus, colmo de la autoparodia. En esta edición hay muchos nexos con la fórmula original. Pero es emocionante ver como Chenoa, que entonces aportó seguridad y oficio, mantiene esas mismas virtudes como presentadora. Para los concursantes, el premio es el dinero y la subida de adrenalina que les proporciona el programa. Pero el premio de la constancia evolucionada y bien entendida se lo lleva Chenoa.
El mensaje del documental es de fraternidad nacional en un momento de máxima dificultad social