La Vanguardia

Una entrevista inventada

- Leono M yo O eg

Se sienta en el sof· de su espacioso piso de la zona alta. Sirve dos cafés. Alegra el suyo con un poco de whisky. Enri

que Vila-matas sabe que la con

fesión ser· difícil.

¿Por qué empezó a inventarse las entrevista­s?

Por miedo. O si lo prefiere, por necesidad. Temía que me despidiera­n. Es un temor que he tenido toda la vida.

¿Cuándo publicó su primera entrevista inventada?

Tenía 20 años. Había conseguido una plaza en Fotogramas y me pidieron que tradujera del inglés una entrevista con Marlon

Brando que la revista había comprado. Yo no sabía inglés. Así que me la inventé. Quedó bastante bien.

¿Publicó alguna vez la verdadera entrevista?

M·s o menos doce años después, quise publicar la verdadera entrevista en la revista Zine, pero me la volví a inventar. De hecho, decidí escribir una entrevista falsa con Brando cada diez años, pero no logré cumplir ese objetivo.

Usted aprendió inglés, ¿por qué siguió inventando entrevista­s con otras personalid­ades?

Por necesidad. Había quedado una mañana con Rudolf Nuré

yev para entrevista­rlo. La noche anterior salí a tomar unas copas y, no sé cómo, me vi envuelto en una pelea y me partieron la cara. No podía presentarm­e ante el bailarín con esa facha, así que me inventé la entrevista.

¿Nadie se percató de que usted era un fraude como entrevista­dor?

Salí bastante airoso, aunque me di cuenta de que había ido muy lejos el día que oí que Terenci Moix le decía a Jaime Gil de

Biedma: “øhas visto qué burradas dice Nuréyev en esta entrevista?”.

¿Es consciente de que cuando se publique esta confesión se armará un gran revuelo?

Creo que usted llega tarde. Lo de mis entrevista­s inventadas es un secreto a voces que, ahora, se ha convertido en un libro, Ocho en

trevistas inventadas (H&O). Lo presenté el martes en la librería +Bernat con la ayuda de Marta

Carnicero ante un público entregado que se divirtió de lo lindo.

Esta entrevista inventada puede contener bastante de realidad. Lo mismo le ocurre a la literatura de Ignacio Orovio, que habita entre la memoria y la ficción. El periodista de La Vanguardia acaba de publicar Los inculpados

(La Esfera de los Libros). El 11 de marzo del 2004, Orovio recibió una llamada de su compañero

Dagoberto Escorcia a las 7.45 h de la mañana: “Algo gordo ha pasado en Atocha”.

“Como yo vivía en Lavapiés, muy cerca de la estación, fui para all· y logré llegar hasta los trenes siniestrad­os. Todavía veo im·genes recurrente­s de aquella mañana como la de un hombre al que le estaban haciendo un masaje cardíaco, me alejé un momento porque me llamó otro compañero, Francesc Peirón, y cuando volví, el cuerpo estaba cubierto con una manta, me impactó mucho”, relató el periodista y escritor el miércoles en la Fnac de L’illa donde presentó Los inculpados en una charla con su amigo Jofre Llombart.

Esos recuerdos recurrente­s, la posterior investigac­ión, el juicio del 11-M, que Orovio cubrió para La Vanguardia, y una buena dosis de imaginació­n han dado como resultado veinte años después este libro tan entretenid­o como inclasific­able. Los inculpados es novela negra, es novela historia, es crónica periodísti­ca y son los recuerdos de cómo vivió el autor esos días en el trabajo. “No sé en qué estantería lo van a poner las librerías, a lo mejor tienen que inventar una nueva sección”, bromeó Orovio.

Y es que la obra transcurre por el terreno de la ficción a través de un personaje –que “es la mezcla de tres o cuatro personas reales que conocí”–: un marroquí que sospecha que su amigo y compañero de piso puede ser uno de los autores de los atentados. Y en paralelo avanza por el camino de la realidad a través del día a día de la redacción de un periódico que tiene que contar una de las noticias m·s impactante­s de los últimos años.

La verdad y la ficción fueron también las fuentes de la obra de Teresa Pàmies (1919-2012) que “mezclaba géneros e inventaba desde los cimientos de unas vivencias extremas por las que había pasado”, según explicó Montserrat Bacardí el lunes en la librería Finestres, donde estuvo acompañada por Sergi Pàmies, hijo de la autora. Bacardí ha publicado La veritat literària de Teresa Pàmies (Eumo), una biografía de la escritora que vivió el exilio en Francia, que fue encarcelad­a durante la ocupación nazi, que siguió su éxodo por Santo Domingo, Cuba, México, Serbia y Checoslova­quia y, que mientras cuidaba de sus hijos, también escribía. Publicó su primer libro a los 51 años, ya en los setenta de vuelta en Barcelona.

Y entre tanto, ødónde estaba su marido, Gregorio López Raimundo? “Mi padre andaba haciendo la revolución, pasaba temporadas en España y luego volvía a Francia donde también era clandestin­o. En casa brome·bamos con la revolución de pap·, pues lo que veíamos era que Santiago Carrillo venía de visita y se encerraban los dos en una habitación a fumar”, explicó Sergi Pàmies.

‘Los inculpados’, de Ignacio Orovio, navega entre los recuerdos reales del 11-M y la ficción

 ?? Xavi Jurio ?? E tre  a rea idad y  a ficció  Enrique Vila-matas lee con Marta Carnicero un trocito de ‘Ocho entrevista­s inventadas’ en +Bernat. Ignacio Orovio presenta ‘Los inculpados’ en la Fnac
Xavi Jurio E tre a rea idad y a ficció Enrique Vila-matas lee con Marta Carnicero un trocito de ‘Ocho entrevista­s inventadas’ en +Bernat. Ignacio Orovio presenta ‘Los inculpados’ en la Fnac
 ?? Ma
é Espi
osa ??
Ma é Espi osa

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain