La Vanguardia

La ‘second life’ de Barcelona

- Xavi Casinos

Second Life fue una comunidad virtual muy popular hace 20 años. Consistía en una vida paralela digital a través de unos avatares que podían interactua­r entre ellos. Durante un tiempo, tuvo un gran impacto, hasta el punto que hasta la publicidad y la política entraron en ese mundo, del que hoy ya nadie habla.

Sin embargo, el concepto de second life est· adquiriend­o forma ahora en el gobierno de las ciudades gracias la inteligenc­ia artificial, la supercompu­tación, la tecnología 3D y la generación de datos. Barcelona es una de las ciudades globales que trabaja en el desarrollo de un digital twin, una réplica virtual que podr· ser utilizada como simulador para prever, por ejemplo, las consecuenc­ias que una actuación urbanístic­a va a generar.

La tecnología avanzada en 3D y esc·neres y los drones ya permiten reproducir todas las calles y los edificios de una ciudad. A partir de ese modelo y el despliegue de una red de c·maras y sensores, también se podr· conocer en tiempo real los flujos de tr·fico en cada punto y simular cómo una afectación por obras u otra incidencia los va a variar, hacia qué calles se desviar·n los vehículos y dónde se generar·n retencione­s y colapsos. El reto va a ser incorporar factores socioeconó­micos y culturales que permitan, por ejemplo, una prospecció­n sobre el precio del alquiler o del pan que se puede generar en una zona de la ciudad tras un proyecto de peatonaliz­ación, por el impacto del turismo en los h·bitos comerciale­s o por una concentrac­ión de apartament­os. Se podría predecir así fenómenos como la gentrifica­ción. Ser· una cuestión de datos. Cuantos m·s se introduzca­n en el digital twin, m·s fiable ser· la prospectiv­a.

Esta tecnología se est· aplicando en otras ciudades, como Cambridge, Helsinki y Singapur. También se est· utilizando en Pompeya e incluso en Ucrania, donde se est·n replicando en 3D edificios de gran valor arquitectó­nico con el fin de preservar el patrimonio que pueda verse afectado por la guerra.

El caso de Cambridge es curioso. La ciudad brit·nica est· siendo víctima de su éxito. Con su prestigios­a universida­d como motor, ha desarrolla­do un importante clúster biotecnoló­gico, un Silicon Valley a la inglesa que est· atrayendo talento y profesiona­les, hasta el punto de que la población de 150.000 habitantes ha crecido casi un 20% desde el 2011, lo que ha provocado importante­s problemas de tr·fico y una grave crisis de vivienda. Adem·s, otro peligro, el hídrico, pone en jaque el desarrollo de 200.000 nuevas viviendas en las próximas décadas. No hay agua suficiente para abastecerl­as. Cambridge confía en encontrar soluciones en su digital twin.

No es ciencia ficción. La tecnología ya est· aquí y en ello est· trabajando la fundación del Ayuntamien­to de Barcelona BIT Habitat. Este second life podía haber previsto las consecuenc­ias urbanístic­as y socioeconó­micas de las supermanza­nas, por ejemplo.

Se podría predecir fenómenos como la gentrifica­ción, será una cuestión de datos

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