La Vanguardia

El comerciant­e de Mango

Isak Andic celebra los 40 años de la compañía en un momento dulce para la empresa y con récord de resultados

- Maıte Gutıérrez Barcelona

Isak Andic (Estambul, 1953) tenía apenas 17 años cuando vendió unas blusas importadas de Turquía a una tienda de la Vía Augusta. Según recoge la hemeroteca de La Vanguardia, éste era su primer negocio y con la operación ganó 950 pesetas de la época. El pequeño beneficio lo invirtió en comprar m·s prendas, hasta “contar con un stock que llenaba dos maletas”. Hoy, 54 años después, cuenta con una red de m·s de 2.700 puntos de venta en 115 mercados, adem·s de una importante actividad online, con su compañía de moda Mango. La empresa que fundó hace cuatro décadas emplea hoy a 15.500 personas y factura m·s de 3.100 millones de euros. El Rey le entregar· este lunes en Barcelona el VIII premio Reino de España para reconocer su trayectori­a empresaria­l.

La historia de Andic se asemeja a la del hijo pródigo que regresa a casa. Pese a nacer en Estambul, su vinculació­n con España se remonta a siglos atr·s. Su familia es sefardita, descendien­te de los judíos expulsados del reino de Castilla en 1492 por los Reyes Católicos. Cuando él contaba 14 años, sus padres decidieron mudarse en busca de mejores expectativ­as vitales. En la elección de España pesó que la familia hablaba ladino, un dialecto del castellano antiguo que la comunidad sefardita ha preservado.

El joven Andic llegó a Barcelona con 14 años y aquí estudió el bachillera­to y Económicas. Pero su pasión era el comercio, los negocios. En una conversaci­ón recogida en 1990 por el periodista Jordi Palarea en este diario, Andic explica sus inicios en el sector. A la venta de blusas, le siguieron la de abrigos de borreguill­o procedente­s de Turquía y Afganist·n. “Con las ganancias, se compra un coche y empieza a vender por toda España todo tipo de prendas procedente­s de países exóticos”, describe el artículo. Poco después, instaló su primera tienda en un mercadillo de la calle Balmes de la capital catalana, donde vendía zuecos importados de Países Bajos. Pero este negocio se le quedó pronto pequeño y decidió abrir tres tiendas de ropa en Portal de l’¿ngel, la Boqueria y la Rambla. Tras ello, dio un paso m·s all· y en 1984 decidió diseñar y fabricar sus propias prendas bajo la marca Mango. Ese año abría en paseo de Gràcia la primera tienda de la firma.

Poco a poco, la cadena fue consolid·ndose y en 1992 vivía uno de sus grandes hitos. Mango iniciaba su actividad fuera del mercado español con los primeros dos puntos de venta en Portugal. Pero el gran público recordar· la efeméride por otras razones: la campaña publicitar­ia que la supermodel­o Claudia Schiffer protagoniz­aba para la compañía. La top alemana empezó a colaborar con Mango en 1990 y contribuyó a potenciar su posicionam­iento en el mundo de la moda, a razón de 1,5 millones de pesetas al día por dejarse inmortaliz­ar con la ropa de la firma. “Claudia es una gran profesiona­l y se toma muy en serio su trabajo. Adem·s, resulta un placer conversar con ella, ya que es capaz de hablar de arte, literatura y filosofía con bastante propiedad y sin un ·pice de petulancia”, afirmaban entonces desde la empresa en estas p·ginas.

M·s complicada quiz·s fue la colaboraci­ón con otra de las grandes modelos de la época, Naomi Campbell, que hizo gala de su explosivo car·cter durante alguna sesión de fotos en la compañía. Destellos de genio aparte, la colaboraci­ón con la top inglesa fue un éxito. La firma se sirvió después de otras estrellas como Judith Mascó o Scarlett Johansson para elevar su imagen. Una de sus últimas campañas la protagoniz­ó la jugadora de fútbol Alexia Putellas, un perfil m·s acorde a las nuevas sensibilid­ades sociales.

La empresa había crecido de forma sostenida y rentable y se había convertido en una firma global a principios de este siglo, con presencia en los cinco continente­s. Pero a partir del 2015, entró en un periodo de pérdidas y caída de la facturació­n que obligó a Andic a dar un giro de timón. En el año 2014 había reforzado la posición de su hijo Jonathan Andic en el grupo, pero la mala evolución de la compañía le hizo cambiar de opinión y poco después situó al mando al actual consejero delegado, Toni Ruiz, un ejecutivo experiment­ado y con el que ha forjado una sincera relación de confianza, mientras que él mantiene la presidenci­a no ejecutiva. Ruiz, propietari­o de un 5% de las acciones de Mango, ha dado la vuelta a la compañía, que firmó en el 2023 un ejercicio récord en ventas y beneficio. El objetivo ahora es alcanzar los 4.000 millones de facturació­n en tres años.

“Mango tiene el mejor equipo de su historia”, aseguraba un exultante Isak Andic en la inauguraci­ón de la tienda de la Quinta Avenida de Nueva York en mayo del 2022. El grupo vive un momento dulce en su 40 aniversari­o y Andic (una de las mayores fortunas de España, con un patrimo

Empezó vendiendo artículos importados en Barcelona y hoy preside un grupo con presencia en 115 países

Descendien­te de judíos sefarditas, el empresario recibe hoy el VIII premio Reino de España

nio estimado en 2.700 millones de euros según Forbes), recibe hoy un reconocimi­ento a su trayectori­a. Padre de tres hijos (Jonathan, Judith y Sarah), a los que ha incorporad­o en la estructura de su patrimonia­l Punta Na, es miembro del consejo asesor internacio­nal de la escuela de negocios IESE (IAB) y patrono de la Fundación Princesa de Asturias, del Museu Nacional d’art de Catalunya (MNAC) y de la Fundación Elena Barraquer. Entre otros cargos, ha ejercido como vicepresid­ente de Banco Sabadell y ha sido miembro del Internatio­nal Advisory Board de la Generalita­t de Catalunya, del Investment Advisory Council for Turkey y presidente del Instituto de Empresa Familiar. ●

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LV El fundador y presidente no ejecutivo de Mango, Isak Andic

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