Una de cada tres empresas ha reducido o eliminado el teletrabajo en el último año

Una de cada tres empresas ha reducido o eliminado el teletrabajo en el último año, frente al incremento constante de trabajadores que demandan incorporar esta modalidad como una opción estable. Las compañías alegan, sobre todo, la pérdida de creatividad de los equipos y una mayor debilidad en las relaciones entre compañeros. Pero los empleados discrepan y ya son casi el 60% los que cambiarían de trabajo si sus empresas no les permitieran teletrabajar.

La discrepancia cada vez más profunda entre trabajadores y empresas en la percepción del teletrabajo es una de las conclusiones más controvertidas de la tercera edición del estudio elaborado por EADA Business School, Teletrabajo: una realidad tras la pandemia, un trabajo presentado ayer y dirigido por la investigadora Aline Masuda.

Según los resultados, el 29% de los encuestados teletrabaja al menos dos días a la semana (23% un día a la semana), frente al 6% que no. Sin embargo, en el último año, el 34% de las empresas ha decidido reducir significativamente o eliminar totalmente la posibilidad de trabajar desde casa, frente al 15% que ha optado por todo lo contrario (el 47% no ha introducido cambios). También aumenta con respecto al 2021 el volumen de empresas que no da autonomía a sus empleados para que elijan la modalidad de trabajo que más les conviene, que ha pasado del 30% al 39%. “Algunas empresas no ven lo que sus colaboradores quieren”, afirmaba Luciano Strucchi, investigador que junto a Edgar

Quero forman parte del equipo del estudio. El 91% de los encuestados considera que el teletrabajo es una opción que ha llegado para quedarse y el 57% buscaría incluso otro trabajo si su empresa no les dejara libertad para teletrabajar, sobre todo entre los de las generaciones Z e Y (hasta 40 años). “No todo el mundo quiere teletrabajar, pero sí tener la posibilidad”, concluyó Masuda. “Tal como ocurre con la administración de medicamentos, es esencial dar con la dosis idónea”, añadía en defensa de un modelo híbrido satisfactorio para ambas partes. ●