Impacto Xabi Alonso
Metódico e intervencionista, el tolosarra es uno de los entrenadores de moda en Europa. Está a un paso de hacer historia con el Leverkusen
El rojo y el negro se distinguen en la grisácea mañana de domingo en Friburgo. Ataviados con camisetas y bufandas del Bayer Leverkusen, decenas de seguidores pasean bajo la llovizna por el casco antiguo junto a la catedral y sus particulares bächle, riachuelos que discurren por el lateral de las calles de la ciudad alemana. Un desplazamiento más, acompañan en masa –unos 3.800– al club outsider del fútbol europeo, el equipo de moda que abruma en Alemania e ilusiona a los aficionados como nunca antes había ocurrido en sus 120 años de historia.
El apodo burlón de Neverkusen parece tener fecha de caducidad. Si hasta ahora la UEFA de 1988 lograda ante el Espanyol y una copa germana eran los únicos trofeos que lucían en sus vitrinas –además de incontables subcampeonatos– todo apunta a que cuando finalice el curso actual en la ciudad de Renania del Norte-westfalia habrá que hacer hueco, como mínimo, a un título más. Y será gracias, en gran parte, a Xabi Alonso. “Nunca hubiéramos imaginado algo semejante cuando llegó. ¡Íbamos penúltimos!”, se sorprende todavía Rudi, hincha hospedado a escasos metros del hotel de concentración del Leverkusen. 17 meses en la élite le han bastado al tolosarra para ganarse el respeto como técnico. En efecto, el equipo de la aspirina –fundado por trabajadores de la farmacéutica Bayer– ocupaba la decimoséptima posición cuando en octubre del 2022 recibió la llamada del barcelonés Fernando Carro, director general de la entidad desde hace seis años. Una apuesta que podía considerarse arriesgada debido a la delicada situación del club y la corta experiencia de Alonso en los banquillos (cantera del Real Madrid y filial de la Real Sociedad). “Era una opción de futuro que ya manejábamos. Nos convenció su experiencia como jugador, su capacidad de liderazgo y su clarividencia sobre el fútbol que quiere. Hubo química desde la primera reunión”, explica a La Vanguardia Carro, arquitecto del proyecto junto con Simon Rolfes, exjugador del club y director deportivo. Alonso se llevó consigo solo a su mano derecha, Sebas Parrilla. El resto del cuerpo técnico –entre los cuales se encuentran los españoles Alberto Encinas e Ismael Camen
Nos convenció su clarividencia sobre el fútbol que quiere; hubo química al instante”
“Es uno de los mejores, una gran satisfacción tenerlo y creo que el sentimiento es mutuo” Fernando Carro
CEO del Bayer Leverkusen
forte, con pasado en la Masia– ya estaban en la entidad. “Nos gusta que los entrenadores se integren en el club y eso pasa por asumir parte de la estructura profesional que ya hay”, argumenta Carro. La llegada de Alonso hizo efecto de inmediato. El equipo acabó sexto y se quedó a las puertas de la final de la Europa League. Pero lo mejor estaba por venir.
Hace meses que el liderato de la Bundesliga que ostenta desde las primeras jornadas dejó de ser una sorpresa. Según Carro, su impacto “tiene que ver con la repercusión de una figura de su nivel e indudablemente con los resultados deportivos, que hacen que sea aún mayor e internacional”. El Leverkusen es un equipo sólido dotado de identidad propia, el único imbatido en Europa en todas las competiciones. A falta de ocho jornadas saca diez puntos al Bayern, campeón de las últimas once ligas. Los bávaros, irregulares, intentan meter presión, de momento sin éxito. Friburgo era una plaza peligrosa para Die Werkself (los once de la compañía). En el estadio Europa-park se había dejado un par de puntos el Bayern a principios de mes. No es un equipo menor el Friburgo (9.º), apeado tres días antes de la Europa League, competición en la que continúa de milagro el Leverkusen. Ese mismo jueves dio la vuelta al marcador contra el Qarabag con dos goles de Schick en el añadido (3-2) para meterse en cuartos.
No pesó en exceso el agotamiento físico y emocional de la noche mágica en el Bayarena. El checo volvió a dar el triunfo con el tercer gol en Friburgo (2-3). Antes marcaaron los jóvenes Wirtz (200) y Hložek (21); el primer o ra tras en el sacarse minuto de y medio la chistede juego una preciosa rosca, mientras que el segundo aprovechó una indecissión del portero rival forzaada por el balón filtrado de Wirrtz –la joya de este equipo–po aa Áálex Grimaldo. El carrilero zurdo con alma de mediapunta es otra de las grandes alegrías del club. El canterano blaugrana llegó gratis el pasado verano procedennte del Benfica. Desde ennero también hay otro esppañol: Borja Iglesias. Una jornada más, los de Alonso ampliaron el récord de partidos sin perder en Aalemania (26). El balance enn todas las competiciones es dde 33 victorias y 5 empates. El golgol, mmuy repartido, es otra de las grandes virtudes del equipo, con un promedio de 2,9 goles por partido –tres goles o más en 22 de los 38 encuentros–. Muchas de esaas victorias se consiguieroon en el tramo final, con 220 dianas a partir del 80, traducidos en muchos puntos. “El proceso de transformación de este eequipo ha sido increíble. Addemás de un juego vistoso, Xxabi Alonso ha sido capaz dede implimplantar la mentalidad ganadora que le definía como futbolista”, afirma Phillip Arens, periodista de Bild que cubre la actualidad del club desde hace más de 15 años. Y expone un dato revelador para ilustrar el cambio de chip:
“Antes de su llegada el equipo había fallado siete de los últimos ocho penaltis. Con él han transformado todos los lanzamientos”.
Abril será un mes decisivo. El esfuerzo de estar vivos en tres competiciones –también están en semifinales de la Copa alemana, con rivales de divisiones inferiores– se compensa con la ilusión del momento. Disfrutar del trayecto dará sus frutos. Salvo hecatombre, se terminará con 31 años de sequía. ¿Qué sucederá después de levantar algún trofeo? Grandes como el Liverpool o el Bayern, exequipos suyos, tienen una vacante en el banquillo. El runrún es inevitable. “Es uno de los mejores entrenadores. Es una gran satisfacción contar con él y creo que el sentimiento es mutuo, porque valora también el proyecto y el club en el que está”, sostiene Carro. ●