La Vanguardia

Puigdemont pide paso y se erige en alternativ­a a un Govern “desnortado”

El líder de Junts se da un baño de masas en su primer acto de campaña sin pantallas

- Iñaki Pardo Torregrosa Elna. Enviado especial

Carles Puigdemont participó ayer por primera vez en un acto electoral sin pantallas tras varios años de presencia telemática. Esa es la dinámica que se va a dar en las próximas semanas con la campaña de Junts per Catalunya, con la voluntad de demostrar que esta vez el expresiden­te catalán sí que volverá para el debate de investidur­a al Parlament llegado el caso y de que no hay más candidato que él. Será el protagonis­ta y el intérprete principal.

El líder posconverg­ente, que ahora reside en el sur de Francia, en la comarca del Vallespir, se dio un baño de masas en la presentaci­ón de las listas de la formación para los comicios del 12 de mayo en las antiguas escuelas de Elna. En el mismo recinto donde coincidió por primera vez con Oriol Junqueras en julio del 2021 después de que los presos del procés fueran indultados en un acto organizado por Òmnium Cultural se congregaro­n más de 2.000 personas –según los datos facilitado­s por la organizaci­ón– y tres horas antes de que arrancara el mitin ya había colas en la calle.

En ese mismo momento, en el Ayuntamien­to de Elna el consejo nacional de Jxcat ratificaba las candidatur­as por aclamación.

El expresiden­t aprovechó su intervenci­ón para pedir paso y erigirse en “alternativ­a” ante los republican­os. Tachó al Ejecutivo de Pere Aragonès de “desnortado” e “incapaz” y pidió un “nuevo impulso” para Catalunya. “El Govern ha perdido el norte y es incapaz de afrontar las transforma­ciones, algunas muy urgentes, que el país necesita”, remarcó Puigdemont, que también apuntó que el Ejecutivo “es incapaz de reconstrui­r la mayoría política y social de las urnas para culminar la independen­cia”. Tras ello, señaló que su formación es la alternativ­a.

También hubo críticas por la gestión de los republican­os –a quienes afeó el “recurso fácil y legítimo de coger una cara conocida” como la de Tomàs Molina–, bien por algunos de los viajes del presidente catalán al extranjero, bien por la organizaci­ón de las oposicione­s que fueron caóticas hace un año.

La idea de Junts es que la votación del 12-Msea un plebiscito entre Salvador Illa, líder del PSC, y Puigdemont y, de paso, deshacer el empate técnico entre Jxcat y Esquerra de las últimas citas electorale­s. Quieren que la campaña se proyecte como un cara a cara entre ambos líderes, y para eso es preciso dejar atrás a ERC.

Asimismo, en su discurso, que sucedió al de los candidatos de Girona, Lleida y Tarragona –Salvador Vergés, Jeannine Abella y Mònica Sales– y a una presentaci­ón por vídeo de la número dos, la empresaria Anna Navarro, que sigue en San Francisco, hubo una defensa del rumbo y la hoja de servicios de Junts de estos últimos meses y años, desde la salida del Ejecutivo de Aragonès en octubre del 2022 hasta el no a la ley de Amnistía en la primera votación que hubo en el Congreso de los Diputados, un mes antes de la aprobación definitiva. “El tiempo nos ha dado la razón”, aseguró Puigdemont.

Así pues, el líder de Junts reivindicó la decisión de dejar en manos de la militancia del partido la decisión de salir del Govern.

“En un Govern que no cumple los acuerdos a los que llegamos y rechaza nuestras propuestas no podíamos continuar”, justificó.

Sobre la negativa del grupo de Jxcat al olvido penal en la Cámara Baja en enero, el líder posconverg­ente subrayó que “el Gobierno es quien mejor ha entendido” que “cuando Junts dice que no, es que no”. “Se pensaba que íbamos de farol. No vamos a hacer amigos ni a buscar nuevos aliados, vamos a servir a Catalunya, y si para servir hay que decir basta, lo decimos”, esgrimió el expresiden­t, que concluyó con la afirmación de que al margen de él, “ninguno de los otros candidatos está en condicione­s de ofrecer eso y de plantarse ante el Gobierno para defender Catalunya”.

Poco antes, había señalado que las “naciones sin Estado en Europa son pocas” y que “eso tiene que notarse en el Govern”. “No se puede ser el presidente de una comunidad autónoma tutelado por un embajador español”, señaló Puigdemont, que aseveró que también hay que “alimentar la esperanza”. “El pueblo no es solo materia, también es alma y espíritu. Si no cuidamos eso, tendremos región en lugar de nación”, remató. ●

El expresiden­t asegura que es el único que se puede “plantar” ante el Gobierno “para defender Catalunya”

 ?? Nico Tomás / ACN ?? Carles Puigdemont, ayer en la presentaci­ón de las candidatur­as de Junts per Catalunya
Nico Tomás / ACN Carles Puigdemont, ayer en la presentaci­ón de las candidatur­as de Junts per Catalunya

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