Con ayuda del espejo
Durante los últimos años, numerosos y efectivos sistemas electrónicos de ayuda a la conducción han protagonizado una considerable mejora en términos de seguridad cuando salimos a la carretera. Pero si hablamos de evitar situaciones de riesgo mientras circulamos a los mandos de cualquier vehículo, nuestros mejores aliados siguen siendo seguramente los retrovisores, a pesar de que a muchos conductores puedan parecerles unos elementos un tanto anacrónicos.
Para evitar accidentes de circulación, tan importante resulta ser un buen conductor como ser consciente, en todo momento, del flujo de tráfico que rodea nuestro vehículo. Si somos capaces de controlar permanentemente la ubica
Por seguridad
Las bicicletas y los patinetes deberían montar retrovisores
ción del resto de usuarios con los que compartimos la carretera, tendremos muchas posibilidades de actuar adecuadamente cuando surge algún imprevisto, con el fin de eludir colisiones. Además de educar los ojos para mirar a lo lejos y divisar lo que hay por delante, nuestros aliados para controlar los laterales y lo que viene por detrás van a ser los retrovisores.
Tanto si nos ponemos al volante de un coche como si cogemos el manillar de una moto, será conveniente controlar la correcta posición de los retrovisores antes de movernos, con el objetivo de asegurar que nos proporcionan un ángulo de visión correcto. En caso de comprar un automóvil dotado con cámaras en vez de espejos, hay que limpiar de vez en cuando los objetivos para garantizar la nitidez de imagen. Y no estaría de más que incluso los usuarios de bicicletas y patinetes empezaran a montar estos prácticos accesorios, puesto que son los actores más débiles del tráfico cotidiano. ●