Clamor contra la sequía desde el campo; la cosecha peligra esta primavera
La plantación de sandías se reduce en unas 2.500 hectáreas y la perspectiva es negra si no llueve
La prolongada sequía que está afectando a la provincia, como al conjunto de Andalucía, empieza a tener tintes dramáticos. Ayer los mansajes de alarma llegaban desde organizaciones agrarias como Coag y Asaja, desde instituciones como la Junta de Andalucía y desde la propia patronal agraria a través de Cooperativas Agroalimentarias.
Lo que hasta ahora eran advertencias sobre las consecuencias de un periodo extremadamente seco se ha convertido ya en un clamor que se empieza a manifestar en la pérdida de productividad del campo o en la decisión de numerosos agricultores de no sembrar para la campaña de primavera.
Año hidrológico Y es que el Año Hidrológico 2022/2023 se ha saltado fechas que a lo largo de la historia han supuesto un aporte notable de agua
la provincia, en especial los episodios de los primeros meses del otoño o las nieves del invierno.
Tampoco la primavera está resultando tan generosa en precipitaciones como lo fue la del año pasado, cuando los meses de marzo, abril y mayo compensaron, con creces, las penurias de los meses anteriores. Los agricultores miran ahora al cielo para intentar ver si la segunda parte de esta estación alivia una sequía que se ha vuelto preocupante.
Crisis hídrica Desde la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (Coag) se habla ya abiertamente de “una crisis sin precedentes en el sector agrario” que ya ha afectado a la campaña de cereales, del girasol las hortalizas en fresco e incluso los cultivos forrajeros, que impactan directamente en la ganadería por la ‘tremenda’ escasez de pastos.
La advertencia es que, dada la situación “ya sólo nos queda salir a la calle y pedir auxilio al Gobierno, que está de brazos cruzados, y a la Junta de Andalucía, que no termina de concretar medidas eficaces”, afirma Miguel López.
Menos sandía Por su parte la patronal agraria Asaja-Almería confirmaba ayer una reducción de 2.500 hectáreas en la superficie plantada de un cultivo clásico de la primavera almeriense como es la sandía; un 20 por ciento menos en invernadero y al menos un 25 por ciento en cultivos al aire libre.
Por comarcas estima que en las zonas de Almería y Níjar el descenso de la superficie de sandía rondará el 15 por ciento. En el Poniente esa reducción subirá hasta el 25 por ciento, mientras que en el levante se calcula que será un 30 por ciento inferior, esencialmente por la escasez de agua de riego.
En alerta Mientras tanto desde la Junta de Andalucía se reconoce que la situación se ha vuelto altamente preocupante e incluso el delegado territorial de Sostepara nibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul señalaba que, de no llover, habrá que racionar el agua destinada a los regadíos.
Con ese escenario, la Mesa de Interlocución Agraria, donde está representada la Junta, las organizaciones agrarias Asaja, Coag y Upa y Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía han urgida al Estado la convocatoria de la Mesa Nacional de la Sequía para abordar medidas de emergencia destinadas al sector agrario.
Los regantes almerienses, mientras tanto, advierten que no será posible cerrar la actual campaña si no llegan recursos, o vía lluvias o por otros sistemas.