Confiesa el crimen de un compañero en un centro: “Le pisé la cabeza”
Comienza el juicio con jurado contra un paciente con discapacidad del centro de Aspapros en Viator
El hombre acusado de acabar con la vida de su compañero de habitación en la residencia para personas con discapacidad en la que vivía en el municipio de Viator (Almería) reconoció este miércoles, en el transcurso de la primera jornada del juicio oral por un presunto delito de homicidio, que cometió la agresión después de que ambos protagonizaran una discusión en uno de los pasillos del centro.
“Le pisé la cabeza”, manifestó el acusado a preguntas de la Fiscalía en el juicio con jurado que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería, donde ha precisado que previamente la víctima se había metido con él.
“Se cagó en mis muertos y mi madre está muerta”, apuntó antes de explicar a los miembros del jurado popular en el Palacio de Justicia de Almería que ya había mantenido otras desavenencias previas a este suceso.
El acusado, quien alegó en su declaración que padece un “retraso mental” con un grado de discapacidad reconocido del 68 por ciento, afirmó que anteriormente había tenido problemas con la víctima, quien “no sabía ni lo que hablaba” ante su discapacidad psíquica, por lo que en una ocasión recibió de ella “dos guantazos” aunque después se perdonaron. “Él se quería ir a Linares, no decía otra cosa”, explicó sobre su comportamiento.
Capacidades volitivas El Ministerio Público se mostró de acuerdo en que el acusado, al que le constan antecedentes por agresión sexual hacia una mujer y su hija, padece un grado severo de discapacidad, si bien sostiene que los informes forenses practicados al respecto señalan que no tiene “anuladas sus capacidad intelectivas ni volitivas”, de modo que “sabe lo que hace y sus consecuencias”.
Por otra parte, el acusado ha detallado a preguntas de la letrada de Aspapros, la residencia en la que vivía y que ejerce la acusación particular, que “se llevaba bien” con el resto de usuarios de la residencia, con los que salía a fumar y con los que compartía además un invernadero donde realizaba trabajos. Igualmente, señaló que tenía buena relación con los trabajadores del centro gestionado por la entidad.
Asimismo, ha relatado a preguntas de su abogado que cuando se produjeron los hechos no había ningún trabajador de la residencia presente, de modo que los primeros tardaron en llegar cuando ya se había producido el ataque.
El hombre, para el que la Fiscalía pide once años de prisión, ha apuntado fue en el centro donde le comunicaron el fallecimiento de la víctima tras la agresión que se produjo el 12 de septiembre de 2021, ya que el perjudicado pasó nueve días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario de Torrecárdenas antes de morir a causa de la graves lesiones que presentaba en el cráneo, principalmente a causa de la patada que le dio antes de arrojarlo al suelo, según quedó recogido además en una grabación que será visualizada durante el juicio oral.
En prisión Desde entonces, el acusado ha permanecido en prisión provisional en el centro penitenciario de El Acebuche, donde afirmó que se encuentra “mal”, que solo recibe “pastillas para los nervios” y donde le “quitan el dinero, el tabaco y todo”, por lo que aseguró que estaría mejor en un centro psiquiátrico, tal y como interesa también su defensa.
El juicio continuará este jueves con las declaraciones de los trabajadores de la residencia y los agentes de la Guardia Civil que elaboraron las primeras diligencias así como el atestado e inspeccionaron el centro. También declararán los médicos forenses que atendieron a la víctima y han explorado al acusado.