Piden el agua vertida en Costacabana para regar
Regantes creen que con el tratamiento adecuado “es aprovechable”
La idea de CGUAL es mezclar ese agua con la de la depuradora de El Bobar para obtener recursos para los regadíos
La demanda de los agricultores se mantiene alta con el mantenimiento de los cultivos más allá de lo habitual
La Comunidad General de Usuarios del Agua de Almería, que abastece las zonas de cultivo del Bajo Andarax, ha terciado en el asunto de las aguas que se están vertiendo en la rambla de Costacabana y que acaban en el mar y aseguran que pueden ser utilizadas para cubrir la fuerte demanda de las explotaciones de la zona.
Así lo manifiesta el presidente de esta comunidad de regantes, José Antonio Pérez, que señala que el volumen de agua que está saliendo al mar se cifra entre los 1.500 y los 2.000 metros cúbicos diarios, “lo que supondría un alivio ante la situación de escasez de recursos que arrastramos este año”.
Aprovechable Antes de lanzarse a proponer la cesión de ese agua, que ha generado controversia entre los vecinos y el Ayuntamiento de la capital, la CGUAL ha realizado un análisis de ese agua, eminentemente salobre, que determina que posee una conductividad de 7,594 y un PH de 7,372.
Esa conductividad no permitiría en principio su uso en los regadíos, pero convenientemente tratada mediante el sistema de tratamiento terciario del que dispone la comunidad de regantes, y mezclándola con aguas desaladas, se puede aprovechar para atender la demanda de los agricultores de cara al final de la actual campaña.
Adecuación La fórmula elegida sería, además del tratamiento terciario (básicamente microfiltración), en la mezcla de ese agua con otras de menos conductividad (dureza o contenidos salinos). Según sus cálculos, esa mezcla se basaría en las aguas procedentes de la planta depuradora de El Bobar (24.000 metros cúbicos diarios y una conductividad de 2,6 milisiemens) con las del vertido en la zona de Costacabana (2.000 metros cúbicos y 7,6 milisiemens de conductividad.
El resultado de esa operación sería un agua con una conductividad de 3 milisiemens, que puede ser utilizada para el riego de los principales cultivos de la zona, fundamentalmente el tomate.
Alta demanda Según CGUAL este año las en las explotaciones se están manteniendo los cultivos más allá de lo que es habitual, debido sobre todo a las buenas cotizaciones que se están obteniendo a pesar de lo avanzado de la campaña y, también, ante las dudas que ofrecen los cultivos de primavera, básicamente la sandía y el melón, que esta campaña se han reducido de una forma sensible (entre un 15 y un 20 por ciento menos que el año pasado).
Ese mantenimiento de los cultivos clásicos de la zona ha hecho que la demanda de agua siga siendo tan alta como en los momentos más álgidos de la campaña; el problema es que los recursos hídricos escasean a consecuencia de las escasas lluvias recogidas en lo que va de año hidrológico.
El acuífero El agua que se está vertiendo a la rambla en primer lugar y, a través de ella, al mar, procede del acuífero existente en la zona, como han señalado tanto el Ayuntamiento como los vecinos. La coincidencia no se produce a la hora de valorar la calidad ya que para el Ayuntamiento tiene una alta conductividad y para los vecinos se trata en realidad de aguas dulces.
Es en ese contexto en el que llega la propuesta de los regantes, que reconocen la alta conductividad del agua vertida, pero también que, con el tratamiento adecuado, se puede reducir esa conductividad y gracias a ello aprovecharla para su uso en los cultivos.
Sostienen además que la situación actual, aunque se puede acabar con el vertido, se reproducirá cuando se edifique lo que ahora mismo está pendiente de ejecutar en la Vega de Acá. Por ello mantienen su oferta de asumir esos entre 1.500 y 2.000 metros cúbicos diarios, un agua que, sobre todo si puede ser mezclada con agua de la desaladora, “nos permitiría atender una demanda que sigue siendo elevada y que en estos momentos tenemos serias dudas de poder atender” aseguran.