Agricultores denuncian la situación ‘calamitosa’ en el campo almeriense
La sequía avanza y ya se ha llevado por delante la cosecha de cereal y amenaza a almendro y hortalizas
Cada día que pasa sin que aparezca la lluvia lleva a nuevos balances sobre la situación del sector agroalimentario de la provincia, una situación que ya apenas permite paños calientes y que desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Almería ya se califica como calamitosa.
A punto de cumplirse la primera mitad del mes de abril, ya en plena primavera, la provincia suma casi cuatro meses desde que se iniciara el año sin un volumen de precipitaciones que puedan ser considerado medianamente aceptable “y ello nos arrastra a una crisis hídrica sin precedentes en el sector” advierten desde Coag.
Los efectos En el último balance, presentado ayer, se dibuja un panorama muy poco esperanzador y es que según el secretario provincial de la organización agraria, Andrés Góngora, la sequía ya se ha llevado por delante la cosecha de cereal que tradicionalmente se produce al norte de la provincia.
Indica que se ya se puede adelantar lo que se ha comprobado sobre el terreno y es que el cereal “se ha perdido prácticamente en un cien por cien y, por tanto, podemos decir que este año no va a haber cosecha”. Es la consecuencia de no haber habido lluvias en los cuatro meses transcurridos de este año, con la zona del levante y norte de la provincia especialmente afectada.
El secano Es sólo la primera consecuencia destacable de una escasez de recursos que tendrá igualmente una alta incidencia en los cultivos de secano, que pueden ser otra víctima de la sequía extrema “al encontrarse en un momento especialmente delicado”. La mayor amenaza se cierne sobre el almendro, cuya cosecha está en grave riesgo si no llueve en los próximos días, algo que parece lejos de poder producirse.
Góngora añade a esas negras previsiones un dato que incrementa aún más la preocupación de los productores de almendra u otros cultivos de secano y es que, de persistir la actual sequía “podemos sumar el agravante de una preocupación añadida que se que los árboles puedan incluso sobrevivir a esta falta de recursos en la que estamos inmersos”.
El regadío Pero si el cereal o los cultivos de secano ya sufren la escasez de agua, desde Coag alertan de que el regadío se enfrenta a una campaña especialmente complicada, especialmente en el levante almeriense. Los datos disponibles ya apuntan que se registrará en las próximas semanas una reducción en su producción, más grave a medida que se avance hacia los meses de verano.
La situación en el levante provincial es delicada porque a la ausencia de aportes naturales, la lluvia fundamentalmente, se une la no disposición de agua procedente de los trasvases, ni del Negratín y del Tajo-Segura, “y las desaladoras no tienen capacidad suficiente para abastecer la demanda”, indica la Coordinadora.
Ni agua ni abejas La precariedad abarca al conjunto de la actividad agraria y ganadera y alcanza también a la apicultura y es que, según Andrés Góngora, esa falta de recursos y la extrema sequedad de las zonas rurales, se verá reflejada ya en esta primavera, “un momento crítico para los apicultores por la escasez de floración en el monte, lo que supone un revés importante para nuestras colmenas”.
Coag considera urgente sentarse a hablar con las administraciones para que adopte medidas excepcionales porque ya hay agricultores “para los cuales esta puede ser su última cosecha si no se adoptan medidas”. Critica además la Política Agraria Común (PAC) porque entiende que favorece maniobras especulativas y la llegada de multinacionales “que se adueñan del agua y la tierra y pone en riesgo al conjunto de agricultores.