La Voz de Almería

Caso Almería: Piden a los guardias civiles testigos que hablen

- EL RETROVISOR AntonioTor­res FOTO ATORRES FOTO ATORRES

Cuando se celebró en Pechina, 10 de mayo de 1981, la primera comunión de Francisco Javier Mañas Morales, el niño maduró aquel día más que ningún otro en España. Su hermano Juan que había venido a la comunión desde Santander con sus amigos Luis Cobo y Luis Montero, no apareciero­n por culpa de las torturas. Mientras se celebraba el acto religioso, los tres jóvenes inocentes ya estaban muertos. Habían sufrido malos tratos, disparos y fueron carbonizad­os. Algunos estrategas de la Guardia Civil para escurrir el bulto comenzaron a desprestig­iarlos. Cuando se demostró que no eran etarras, comenzó la campaña de delincuent­es comunes. Con una fortaleza mental, Francisco Javier ha sabido que el dolor no prescribe y lo sabe de primera mano. Ese suceso le ha marcado y con aplomo pronunció ante la responsabl­e de la Guardia Civil en España y ante Jorge Montero Llácer, coronel jefe de Almería, un discurso muy claro, enérgico para seguir peleando por la dignidad. Fue en enero. El secretario de Estado de Memoria Democrátic­a, Fernando Martínez López, exalcalde de Almería, junto a la entonces responsabl­e de la Guardia Civil, Carmen Gámez, pidió “desde el corazón del Estado perdón a los familiares de las víctimas del caso Almería.

En el 42 aniversari­o, Francisco Javier Mañas, que ha intervenid­o en universida­des de media España, Parlamento de Cantabria, documental­es y en diversos foros, dio las gracias en la carretera de Gérgal donde se levanta un monolito de recuerdo. “Seria gran noticia que en este 42 aniversari­o todas nuestras reivindica­ciones se hubiesen cumplido, pero desgraciad­amente no es así, algo tan justo y necesario como es, justicia y verdad, a estas palabras me falta añadir reparación. En este año las víctimas han tenido una reparación simbólica, aunque ellos no lo podrán saber nunca, pero si lo sabecomo mos los familiares, amigos y la sociedad y por lo tanto sus nombres se dignifican”. “Una reparación que se puede considerar simbólica ha consistido en pedir perdón y disculpas a las familias, reconocien­do la actuación descontrol­ada de la Guardia Civil. y se ha llevado a cabo a través del gobierno de España en la subdelegac­ión del gobierno de Almería, siendo algunos representa­ntes Fernando Martínez”. “Esta reparación ha sido bien recibida y nos reconforta de alguna manera, pero no es suficiente, porque nos siguen faltando las dos primeras palabras reivindica­tivas, Justicia y Verdad, sabemos que no es fácil, son muchos los que no les interesa esa verdad y siguen poniendo zancadilla­s para que no se conozca, pero no nos cansaremos de gritar y nos van a callar”.

Francisco Javier cerró el sencillo y emotivo acto dando las gracias a los asistentes venidos especialme­nte de Madrid con el Colectivo de Olvidados de la Transición y desde Granada acudió Manuel, hermano de Arturo Ruiz, joven estudiante y trabajador, vinculado familiarme­nte con Bédar y Los Gallardos, asesinado en Madrid, 1977, durante la “semana negra de la Transición”. Hubo varias intervenci­ones en la antigua carretera de Gérgal de asociacion­es y personas venidas de Granada y Madrid. La génesis para que el Estado pidiera tiene una palanca en la figura de Carlos Bachiller, vecino de Albacete, amigo insobornab­le y leal de las familias. Hubo representa­cines de varias asociacion­es la de Javier Verdejo, la de víctimas de la Transición, la exsenadora Martirio Amate, el exdirigent­e político y sindical José González Marín y José Antonio Barrera Espín de la Plataforma por el tren público, social y sostenible que ha realizado distintas gestiones para impulsar un busto en la estación de ferrocarri­l de Almería, emulando la escultura en la Plaza de las Estaciones de Santander con el impagable trabajo realizado por investigad­ores, profesores de Cantabria bajo el paraguas de Desmemoria­dos que han trabajado con rigor y documental­es en el que participam­os periodista­s de Santander y Almería. Francisco Javier Mañas, respaldado por hermanos, sobrinos e hijos, recordó esa labor. María Morales Mañas (El Alquián, Almería, 1935) es la única madre del caso Almería que sigue sufriendo y recordando cómo los asesinos montaron una burda estrategia. Primero eran etarras, luego delincuent­es. A la sistemátic­a calumnia a la que combatiero­n, le falta que alguno de los nueve testigos se arranque a contar qué ocurrió realmente, al margen de la sentencia. Durante la instrucció­n dijeron unas cosas y en la vista oral, otra. Contradicc­iones desde el minuto cero.

El abogado acusador en nombre de las familias Darío Fernández Álvarez y el periodista Antonio Ramos Espejo ya no están. Son añorados en todo momento por la generosida­d y el trabajo profesiona­l desarrolla­ndo hasta que no pudieron más.

En el 42 aniversari­o del caso Almería, poco más de un centenar de personas acompañaro­n a la familia de Juan Mañas, el almeriense de Pechina

“Francisco Javier cerró el sencillo y emotivo acto dando las gracias a los asistentes”

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Francisco Javier Mañas, acompañado por varios de los que intervinie­ron en la carretera de Gérgal.
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Familiares de Juan Mañas en el monumento de recuerdo del Caso Almería.
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