Los pequeños pueblos tienen un gran potencial gastronómico
Municipios del interior encuentran en el recetario tradicional la fórmula para el éxito turístico
Turismo y gastronomía siempre han casado bien, una unión perfecta que se ha convertido en uno de los pilares económicos más importantes para algunos pueblos de la provincia, especialmente para los más pequeños.
Quizás en Almería el ejemplo más claro del éxito del turismo gastronómico se encuentra en Enix, ubicado en la falda de Sierra de Gádor a 723 metros de altitud y dentro de la comarca del Poniente. Con apenas 600 habitantes y once establecimientos hosteleros en temporada alta, este pequeño pueblo serrano se ha convertido en todo un referente en este fenómeno, cada vez más demandado.
Y su alcalde, Álvaro Izquierdo, lo tiene claro. “Hoy en día la base de nuestro éxito es la gastronomía y la restauración del municipio. La fuerza en turismo interior de Enix es por sus bares”. Si siempre ha existido, en los últimos años ha resurgido con fuerza este potencial de esta zona del Poniente, asegura el primer edil, quien afirma que desde el Ayuntamiento se seguirá impulsando.
El éxito del turismo gastronómico de Enix radica en una gastronomía tradicional y con sabor, muy de pueblo, a buen precio y abundante, enumera Álvaro Izquierdo. “Además, hoy en día la gente quiere pueblo”, añade.
Su ubicación, a escasos kilómetros de la capital y muy cerca de Roquetas (el municipio de Almería con más plazas hoteleras), también favorece a fomentar este tipo de turismo.
“Los fines de semana de invierno son tan fuertes en afluencia como el verano”, apunta Izquierdo, quien señala que es muy común ver en los establecimientos del municipio a grupos grandes de amigos y familiares. En muchas ocasiones, es difícil encontrar mesa sin una reserva con antelación.
Citas especiales como las fiestas del municipio o la celebración del Día de las Migas, que ya lleva tres ediciones, no hacen si no impulsar este tipo de turismo hacia este pequeño pueblo serrano de Almería.
Abla y setas Dentro del Parque Natural Sierra Nevada se encuentra otro de los municipios que ha logrado impulsar su turismo a través de la gastronomía: Abla. En este caso, lo hace girando alrededor de unos sus recursos naturales, como son las setas.
Este pueblo de casi 1.300 habitantes organiza cada año una de las jornadas micológicas más potentes de la provincia, dentro las cuales se enmarca una ruta de micotapas. “Las setas están dando nombre a Abla y se nos conoce en gran parte por eso”, señala su alcalde, Francisco Javier Sánchez. El regidor apunta que citas anuales y festivas relacionadas con los ecomercados, la trilla, los vinos y los mostos..., que se suceden a lo largo del año, fomentan este turismo gastronómico.
Abla y Enix son dos ejemplos del auge del turismo gastronómico en la provincia