Los inquilinos piden hasta 20.000 euros para dejar Ferrobús
Se niegan a marcharse de las viviendas al ofrecerles Adif “menos de la mitad” de lo que están solicitando
Las obras relacionadas con el soterramiento y la llegada del AVE a la capital almeriense, algo que está previsto para el año 2026, avanzan a muy buen ritmo en todos sus frentes. Sin embargo, las negociaciones de Adif con los inquilinos que se resisten a marcharse de las viviendas de calle Ferrobús siguen a día de hoy en el mismo punto que hace meses: todavía no se ha llegado a ningún acuerdo.
Construidas en 1957, estas casas fueron expropiadas forzosamente y su destino será la demolición, por lo que ya deberían estar desalojadas desde el pasado mes de enero. Sin embargo, más de una treintena de personas en riesgo de exclusión social aguantan aún en su interior al “no poder optar a otro alquiler asequible”, como el que han tenido durante años en este lugar. La gran mayoría, exceptuando algún caso de okupas, son inquilinos que tenían “un contrato de alquiler en vigor” y es por ello que piden una compendad sación justa que les permita dejar estas viviendas y buscar un nuevo hogar.
Oferta “La pasada semana Adif mandó una carta con su oferta económica para los inquilinos, pero dicha canties menos de la mitad de lo que piden estos vecinos, que son familias sin recursos”, informan a La Voz de Almería asesores legales de los arrendatarios, que solicitan a la entidad pública empresarial Administrador de Infraestructuras Ferroviarias indemnizaciones, por verse directamente afectados por la expropiación forzosa, que irían desde los 15.000 hasta los 20.000 euros. Cifras a las que, por el momento, no parece estar dispuesta a llegar Adif.
De no llegar a un acuerdo en las negociaciones el caso podría llegar incluso a los tribunales
Familias Los inquilinos han remitido varios escritos a Adif desde que comenzó todo este proceso, con la esperanza de encontrar una solución que les asegure un techo antes de tener que desalojar las viviendas de Ferrobús, en las que estas familias pagaban al mes unos 300 euros de alquiler. Encontrar un nuevo hogar por esa cifra mensual, tal y como está el mercado, es prácticamente imposible para estos inquilinos que “no tienen recursos para otro tipo de alquiler. No están ahí por gusto, solamente hay que ver en estado de las casas”.
El siguiente paso de los abogados de estos vecinos sería el de encargar a un perito que valore cada caso, teniendo en cuenta el tipo de contrato de alquiler de cada arrendatario y las características de cada una de las viviendas, para ‘tasar’ lo que costaría a Adif desalojarles de Ferrobús. Si las negociaciones entre ambas partes, en las que los inquilinos exigen una compensación por los meses que restaban de cada uno de sus contratos de arrendamiento, no llegara a buen puerto, este caso podría llegar a los tribunales.