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«Este hospital lucha por lograr lo mejor»
El responsable del conocido como hospital general asegura que los usuarios demandan «buenas instalaciones y equipamientos modernos»
En marzo del 2015 aterrizó en Ferrol y desde entonces asegura que el tiempo ha pasado «muy rápido». Francisco Soriano Paredes, gerente del Hospital Juan Cardona, fue el encargado de dirigir el cambio de imagen y «sobre todo, la mejora de la accesibilidad y la rapidez» del centro médico. «Buscamos que cada vez sea más moderno», resume. Al gerente le avalan 25 años de experiencia anterior en la sanidad pública.
—En octubre del 2016 estrenaron 25 nuevas instancias. ¿Están dando resultado?
—Fue una inversión importante la que hicimos, más de 300.000 euros, con el objetivo de reformar la planta más antigua del hospital. La idea era de transformar la unidad en habitaciones individuales, con cama de acompañante, y un control de enfermería amplio para que trabaje todo el personal. Y el resultado ha sido excepcional. Los trabajadores están muy contentos al haber mejorado sus condiciones de trabajo y los usuarios también lo están. Ahora pueden estar perfectamente con sus acompañantes las 24 horas.
—¿Los usuarios les han devuelto ese cambio en forma de opiniones positivas?
—Lo han devuelto en forma de agradecimientos personales cuando se marchan y también en la encuesta de satisfacción que hizo la Universidade de Santiago de Compostela. Nos han dado una nota próxima a la excelencia tanto de calidad percibida como de satisfacción.
—A pesar de tener más de cuatro décadas de vida en su actual ubicación, los pasos dados siguen siendo a mejor.
—Sí. Es un hospital muy antiguo y, de hecho, muchas generaciones de ferrolanos nacieron aquí. Por eso, sin perder esa historia como hospital de todos los ferrolanos, estamos mejorando mucho todas las infraestructuras y la imagen del hospital. De alguna forma, modernizamos el centro aprovechando lo que tenemos. La competencia es así, la gente quiere buenas instalaciones, equipamientos modernos y nuevos profesionales.
—¿La Fundación Santo Hospital de la Caridad, de la que depende el centro, es exigente?
—Claro, al ser los propietarios, lo que quieren es lo mejor para el hospital y para los ferrolanos. Yo les transmito ideas y ya saben que lo hago con todo mi cariño, es mi forma de trabajar. La exigencia es un compromiso para mí y para ellos.
—En las urgencias ha habido importantes mejoras, ¿no?
—El servicio de urgencias es la puerta de entrada fundamental del hospital y por esto es muy importante de cara a la imagen y la asistencia. La media diaria es de 53 pacientes, un número considerable. Lo que sí sabemos es que las personas que acuden a urgencias quieren sobre todo rapidez. Globalmente, en cualquier encuesta, el usuario prefiere la rapidez a la gratuidad en la atención inmediata, de veinte minutos, como mucho. Y también la rapidez del ingreso en la planta, que debe ser igualmente en cuestión de minutos.
—Sobre todo cuando la sanidad pública se ve superada...
—La sanidad pública en este momento tiene una demanda prácticamente ilimitada. Y en muchos momentos sí se encuentran con problemas de sobreaforo. Nosotros les ofrece-
«Todos en este hospital luchamos por lo mismo, por conseguir lo mejor»
«Queremos potenciar la medicina preventiva a través de los chequeos»
mos camas, tenemos un número importante de ingresados de la sanidad pública y también nos envían muchos pacientes en lista de espera.
—¿Cuáles han sido los avances en las pruebas diagnósticas?
—Tenemos un servicio de radiodiagnóstico muy potente, uno de los mejores que hay en el área sanitaria. La resonancia es muy buena y tenemos un tac multicorte. El equipamiento es muy bueno, al igual que los profesionales. El horario es de ocho de la mañana a diez de la noche de forma continua, más allá de las urgencias. Además, hemos puesto en marcha una unidad que es diagnóstica y terapéutica a la vez, la de endoscopias. Es una mejora muy valorada por los pacientes, que antes se tenían que ir a A Coruña.
—¿Se realizan con rapidez?
—Cuando a una persona le pi- den hacer la prueba diagnóstica, hay mucha incertidumbre, entonces la espera es una cuestión de mucha ansiedad. Aquí la prueba la hacemos en 24 o 48 horas y la podemos hacer a través del Sergas, cuando nos lo piden, y también de forma privada por poco dinero.
—Y en el apartado de los chequeos médicos, ¿qué pasos se han dado?
—Estamos iniciándolos, es algo novedoso, porque queremos potenciar la medicina preventiva. Ciñéndonos a las exigencias científicas, hasta los 45 años hacemos un tipo de prueba y a partir de esa edad, otras. Se trata de un chequeo muy completo, con el fin de que a los pacientes les puedan ver varios especialistas (radiólogo, oftalmólogo, otorrino, cardiólogo, ginecólogo...) y se le añade una analítica. Generalmente las pruebas se hacen en una mañana. Es una muy buena idea que se hace en muchos sitios. Da una visión global de la salud año tras año.
—En el aspecto más personal, ¿está feliz en el cargo?
—Estoy muy contento. Aunque no sea gallego, llevo en Galicia tres décadas y me siento como tal. Todos en este hospital luchamos por lo mismo, por conseguir lo mejor.