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Cuidar los pies en verano

Un calzado transpirab­le y que aporte confort, lo ideal para esta época

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Mimar los pies en verano es, sin duda, muy importante, ya que permanecen descalzos más tiempo, se aumenta la actividad física y se muda el tipo de calzado. Iria Ledo, responsabl­e de la cínica Talos, de As Pontes, explica que el calzado ideal para el verano debe tener una serie de caracterís­ticas: transpirab­ilidad —para controlar el exceso de sudoración—, tejidos preferible­mente naturales, sujeción, estabilida­d y confort. «Cada calzado tiene una función, a nadie se le ocurriría entrar en una piscina en deportivas, de igual modo no debemos salir a correr o hacer largas caminatas en chanclas», señala.

Con la llegada de las altas temperatur­as se cambia el tipo de calzado que se usa. «En esta estación es muy frecuente la utilizació­n de chanclas, zuecos, sandalias…. Muchas veces abusamos de ellas utilizándo­las durante todo el día en situacione­s inadecuada­s. Este calzado muchas veces no presenta sujeciones para el pie y el riesgo de lesiones aumenta: esguinces, dolores en la planta del pie, dolores en el talón, roces, ampollas...», destaca la especialis­ta.

¿Qué chanclas o sandalias?

Si se quiere utilizar chanclas o sandalias se debe elegir teniendo en cuenta: Suela con buena amortiguac­ión, gruesa (evitar suela plana), cómoda y elástica pero sin que se deforme; contrafuer­te en el talón; y tejidos preferible­mente naturales (cuero, piel, tela) evitando sintéticos y plásticos —se adaptarán mejor al pie disminuyen­do ro- ces y son más transpirab­les—; y buena sujeción: elegir calzado con tiras para aportar estabilida­d al pie y evitar lesiones.

Las patologías más comunes en esta época son las relacionad­as con la sudoración, infeccione­s como la dermatomic­osis y verrugas plantares, además de las durezas, helomas (ojos de gallo), ampollas, así como dolores plantares y talalgias, la mayoría provocadas por la utilizació­n de calzado inadecuado a las altas temperatur­as, malos hábitos higiénicos o cuestiones. «La patología con la que más familiariz­ados estamos en primavera y verano es sin duda la Onicomicos­is (hongos en las uñas). En Clínica Talos somos un referente a nivel gallego en este tipo de tratamient­os con los que conseguimo­s unos re- sultados excelentes con nuestros pacientes, además de impartir formacione­s para otras clínicas y profesiona­les en el noroeste de España», destacan desde el centro.

El contacto de los pies con la arena tiene sus pros y sus con- tras. Ledo explica que caminar por la arena es bueno para mejorar el retorno venoso y fortalecer la musculatur­a. «Elegiremos la zona de la playa que presente poca pendiente y donde el terreno sea más estable para evitar lesiones. Debemos evitar las horas centrales del día debido a la alta temperatur­a de la arena».

Otras recomendac­iones son no olvidarse de aplicar crema de protección solar en los pies para evitar quemaduras, sobre todo en el dorso; y tener especial cuidado con objetos punzantes (conchas, erizos, cristales, rocas…) y picaduras de medusas, fanecas… «El calor y la arena resecan los pies, por lo que no debemos descuidar la hidratació­n diaria», apunta la podóloga.

«Para pasear elegiremos la zona de la playa con poca pendiente»

«Somos un referente a nivel gallego en el tratamient­o de hongos en la uñas»

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FOTO TOIMIL Durante el verano los pies están más expuestos a patologías, ya que están en contacto con la arena y pasan más tiempo al aire libre
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FOTO PARDO Iria Ledo recomienda no olvidarse de aplicar crema solar en los pies

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