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«Hay que cuidar el uso de lentillas»
González apuesta por la prevención para llegar a la edad adulta sin haber estado sometidos a un exceso de exposición. Además, recuerda la importancia de las revisiones periódicas
Hemos avanzado, pero no lo suficiente. Con muchos deberes todavía por hacer, la directora del Instituto Galego de Cirugía Ocular —Ana González— insiste en que, si hablamos de exposición al sol, «los ojos son los grandes olvidados».
— ¿ Cuidamos lo suficiente nuestros ojos o no?
—Podíamos hacerlo más y mejor, como todo nuestro cuerpo, pero lo positivo es que la población se ha sensibilizado un poco más. Las revisiones son muy importantes, pero en verano hay que insistir mucho en ciertos factores.
— ¿En cuáles?
—La protección de los ojos de cara al sol. La gafa de sol no es un artículo solo de estética, sino también de salud. Es muy importante tenerlo presente porque de lo contrario nos vamos a olvidar de ellas o no comprar las adecuadas. A veces la montura no es la correcta, tiene que ser cómoda, ligera y con unos filtros adecuados que consigan evitar la penetración de las radiaciones dañinas en nuestros ojos. Se sabe que la radiación solar es acumulativa. Esto quiere decir que la radiación a la que se someta a un niño va a ir incrementando a lo largo de los años. Por eso es importante proteger a nuestros niños desde bien pequeñitos.
— ¿Hay diferentes pautas según la franja de edad en la que estemos situados?
—Es muy importante la protección desde las edades más tempranas, los niños son los más sensibles. La radiación es acumulativa por eso es importante que, al llegar a la edad adulta, no nos encontremos con esa situación. El sol es muy dañino para muchas partes del ojo. Para la superficie ocular porque producen una gran sequedad, queratitis —pequeñas alteraciones de la superficie craneal— y también daños en el cristaliniano y a nivel de la mácula. Uno de los factores de la alteración macular— que se desencadena en edades avanzadas— es cuando hemos estado sometidos a radiación solar durante nues- tra vida.
— Capítulo a parte merecen las lentillas. ¿Qué debemos tener en cuenta?
—Se debe tener mucho cuidado con su uso durante el verano. Si nos bañamos en piscina favorecemos infecciones importantes de nuestros ojos, sobre todo de la córnea. Hay que tener mucho cuidado y hacer un buen uso de ellas. Intentar bañarse sin ellas, eso sería lo ideal.
— En el cuidado de la piel se ha avanzado mucho, ¿por qué no ha pasado lo mismo con los ojos?
—Ese es uno de los puntos en los que más insisto con mis pacientes. Estamos pensado que la radiación solar nos pueden originar cáncer de piel. Eso sí nos lo han metido en la cabeza. Pero sin embargo, desde mi punto de vista, los ojos son los grandes olvidados con respecto al tema nocivo de la radiación. Hay que insistir mucho, nos queda mucha mentalización. Hay que dejarlo claro. Se insiste mucho en la protección total, pero en los ojos no. Y cada vez se ven más patologías que tienen una relativa relación con la radiación solar. Y sobre todo también cuando estamos muy expuestos al uso de lágrima artificial. Hay que prevenir.
— Al margen de la época estival, ¿qué debemos hacer el resto del año?
—Cada vez hay más gente que viene a revisión, pero siguen existiendo pacientes que acuden cuando les pasa algo. Y hay muchas enfermedades oftalmológicas que no dan síntomas. Por ejemplo, el uso continuado de lentillas. No se pueden utilizar como las gafas, tienen que tener un uso adecuado. Por ejemplo, descansar si se puede al mediodía y, al llegar a casa, retirarlas y cambiar por la gafa. Y utilizar hidratación y un control oftalmológico. Las revisiones en miopes y diabéticos son importantes y también en la población en general para descartar patologías como, por ejemplo, el glaucoma que no da síntomas y llega a la ceguera.
— ¿Cuál es la pauta?
—Para los que tienen antecedentes, una revisión anual. Para el resto podría ser de dos años. Los primeros —los pacientes con antecedentes de glaucoma o aquellos que tengan miopía o diabetes— deberían cada año. Cada dos los que no tengan un riesgo genético importante. En el caso de los más pequeños, hay una patología importante que se conoce como el ojo vago y es importante la revisión oftalmológica para detectar alteraciones. Si existiera alguna patología o algún defecto de graduación diferente entre un ojo u otro podría derivar en un ojo vago. De mayor, la solución será mucho más compleja
— En su centro de Ferrol, ¿qué consultas y cirugías son las más frecuentes?
—Las consultas más habituales son la de la catarata y la de glaucoma, que diagnosticada a tiempo tiene buen tratamiento y, de no hacerlo, una solución muy complicada. Después también cirugía de los defectos refractivos —miopía, astigmatismo e hipermetropía— y, desde hace un tiempo, ha aumentado la cirugía de la presbicia, para eliminar lo que conocemos como vista cansada con lente multifocal. La cirugía de la catarata, la gente cada vez demanda eliminar, además de eso, cualquier defecto de graduación utilizando una lente trifocal que introducimos en su ojo para que cualquier defecto de refracción previo quede eliminados por completo. Además, también aparece con fuerza la lente fáquica con la que podemos eliminar la cantidad de dioptrías que necesitamos. Aporta una gran calidad visual y no se toca la córnea.
«Es importante proteger a nuestros niños desde bien pequeñitos»
«Hay que tener cuidado con el uso de las lentillas en verano»