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«Las lentes ICL curan miopía donde el láser ya no puede»
Ana González fundadora del Instituto Gallego de Cirugía Ocular
El Instituto Gallego de Cirugía Ocular incorpora un láser que simplifica el tratamiento del glaucoma y nuevas soluciones para casi todos los casos
Desde que fundó el Instituto Gallego de Cirugía Ocular, en el año 1994, la oftalmóloga Ana González ha ido incorporando las últimas técnicas y aparatos para resolver problemas de visión a los que muchas personas estaban resignadas a sufrir de por vida. Los avances más recientes de este centro simplifican el tratamiento y la curación de dolencias como el glaucoma o las miopías en jóvenes y en casos de altas graduaciones que tienen contraindicado las cirugías con láser.
—¿Cuentan con novedades para tratar el glaucoma?
—El glaucoma es un gran problema porque es una enfermedad silente, es decir, ya está avanzada cuando da síntomas y los tratamientos médicos que suelen aplicar, las gotas, pueden dañar la superficie ocular. Por eso este nuevo láser es una mejora importante, ya que es muy cómodo, puesto que se aplica al paciente fuera del ojo, sobre la conjuntiva y permite bajadas de tensión importantes. Nos va a ayudar mucho, porque evita operaciones con postoperatorios complejos e incómodos para el paciente, como suelen ser las del glaucoma.
—¿Sirve para todos los casos?
—Con esta dolencia los resultados dependen del estado inicial de cada persona. No se reduce en todos igual, pero lo cierto es que da muy buenos resultados.
—¿Cómo están funcionando las lentes para reducir miopía mientras se duerme?
—Es una técnica que usamos y con ventajas muy importantes: permite al paciente estar sin lentillas durante el día y el efecto que origina sobre el ojo es el mismo que el del láser ex
címer, pero sin necesidad de la intervención. Simplemente son unas lentillas que se ponen cada noche o incluso noches alternas, en función del caso, y durante el día se ve correctamente sin gafas y sin lentillas. Esta técnica se llama orto-k y cada vez nos las demandan más porque tiene otra ventaja muy importante: se ha constatado que en determinados casos frenan el avance de la miopía, algo que es especialmente bueno cuando se trata a niños o adolescentes, donde la graduación avanza más rápido. El único requisito es que el paciente tenga menos de seis dioptrías.
—¿Evita el quirófano?
—Claro, es una buena posibilidad para las personas que no quieren operarse, bien porque tienen miedo a pasar por el quirófano, bien porque no pueden por un problema de su ojo. También estamos usando mucho las lentes ICL para corregir miopías muy altas y astigmatismos en los que el láser ya no puede ha- cer nada o usarlo sería un riesgo. Es un tipo de lente que se coloca por detrás del iris y delante del cristalino. La parte buena que presentan es que es una técnica reversible, es decir, se puede retirar la lente en cualquier momento, aporta mucha calidad de visión y no se toca la córnea como sucede con el láser que la rebaja bastante en miopías altas. Con este tipo de lentes se puede tratar a casi todos los tipos de pacientes y tiene un postoperatorio muy cómodo.
« Las lentillas que corrigen la miopía se ponen por las noches»
«Tenemos un láser que evita las intervenciones para el glaucoma»