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Un puerto gasista de futuro
Ferrol impulsa un «hub» para el suministro de GNL a todo tipo de buques
El Puerto ferrolano cuenta con una singularidad de la que no disponen muchos otros recintos portuarios del mundo. Además de las propias instalaciones en donde desarrollan el tráfico marítimo los operadores, dispone de dos astilleros de gran envergadura y de una terminal de gas. Además, esas mismas factorías navales están especializadas en la reparación de barcos gaseros, siendo el principal núcleo del sector en el Atlántico. Así, la industria gasista representa una vía de negocio de consideración para la Autoridad Portuaria que preside José Manuel Vilariño, que es por otra parte una de las patas sobre las que se asienta el hub gasista impulsado por la empresa promotora de la terminal, Reganosa, la Xunta de Galicia, Navantia y la Universidad.
Ferrol lleva años dando los pasos necesarios para convertirse en un nudo logístico para el suministro de Gas Natural Licuado (GNL) para el transporte marítimo. Las reglamentaciones comunitarias obligan a los armadores a reducir considerablemente las emisiones a la atmósfera de sus buques y la industria gasista quiere proporcionar soluciones en ese ámbito, favoreciendo el uso del GNL para la propulsión de los navíos.
Aunque existen otras alternativas a la utilización de los combustibles que se usan actualmente para el transporte marítimo, el sector está realizando esfuerzos para conseguir generalizar su uso y para garantizar la disponibilidad de las infraestructuras necesarias para su abastecimiento. En este ámbito se considera que los buques portacontenedores son uno de los tipos de navíos en los que más fácilmente podría extenderse el uso del GNL como combustible. Son, por su actividad intensiva, los primeros consumidores de carburante, con el 22 % del total, aunque por el momento no llega al 1 % de la flota, formada por más de 5.000 barcos, la que se propulsa con GNL. Sin embargo, los analistas auguran un fuerte desarrollo del gas en este mercado.
El hecho de que el sector presente una gran concentración, ya que seis navieras cuentan con el 75 % de la flota mundial de portacontenedores, favorece la toma de decisiones en una misma dirección. Así, la francesa CMA CGM, que tiene 441 barcos, ya ha anunciado que todos sus nuevos buques serán propulsados con GNL. La alemana Hapag Lloyd, con 236 barcos, tiene 17 listos para usar gas natural y va a empezar las pruebas en uno.
Otro de los elementos que favorecen el desarrollo de este combustible es que los portacontenedores siguen líneas regulares, lo que permiten planificar de manera óptima las infraestructuras de avituallamiento necesarias para dar respuesta a la posible demanda.
Pocas conversiones
Hay un factor que juega en contra: la sobrecapacidad del sector ralentiza la producción de nuevos buques que pudieran estar diseñados ya para consumir GNL. Hasta el momento, las conversiones de barcos de todo tipo para moverse con gas están siendo muy minoritarias.
No obstante, la apuesta del Puerto ferrolano, de Reganosa y la administración por implantar con éxito el hub gasista se concreta también en otras vertientes, como en su participación en los diferentes proyectos europeos lanzados con ese mismo objetivo. Estudios de demanda y de las infraestructuras necesarias para llevar a buen puerto esta iniciativa son algunas de las actuaciones que se están llevando a cabo en el Core LNGas Hive, en el que participan también los principales actores del sector en España.
La fecha impuesta por la Unión Europea para empezar a aplicar las restricciones medioambientales es el año 2020, cuando los barcos que transiten por las denominadas zonas ECA tendrán que reducir sensiblemente sus emisiones.
Existen otras alternativas al uso del GNL como combustible para la propulsión de los buques, como el fuel con un menor porcentaje de azufre y la limpieza de los humos de combustión, un proceso denominado scrubber, aunque el sector gasista pugna por que se generalice la utilización del gas natural licuado.