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El viaducto de A Malata a A Graña, la parte más visible
Los 300 metros que tendrá esta infraestructura también son claves
A pesar de que el túnel, por su complejidad y espectacularidad en términos de ingeniería, es el actor principal en la obra, el viaducto será la parte más visible del acceso ferroviario al puerto exterior. A través de sus 300 metros de longitud, permitirá salvar la ensenada de A Malata y se completará con una pasarela peatonal de tres metros de ancho. Además, para su construcción se empleará un sistema novedoso en la ejecución de las cimentaciones, bautizado como Symmetrix.
El viaducto de A Malata contará con cinco vanos de 60 metros de ancho cada uno y tendrá un canal de navegación de 9 metros. Como se dejó claro desde un primer momento, el impacto sobre las corrientes marinas de la zona será nulo. Así quedó corroborado por los responsables portuarios después de varios estudios, uno de ellos de la Universidade da Coruña.
De las seis pilastras que sustentarán el viaducto, cuatro estarán ubicadas sobre la ensenada y supondrán una perforación de 26 metros por debajo del lecho marino. Es una menos de las cinco que se permitían en la declaración de impacto ambiental. Las dos restantes se fijarán en tierra firme, una en A Graña y otra en las propias instalaciones del puerto exterior.
Cuidado medioambiental
La realización de los trabajos, como quedó plasmado en el acuerdo inicial, no interferirá en la actividad del marisqueo, gracias a que la obra se programará en función de las vedas y períodos inactivos de los trabajadores del mar.
El aspecto medioambiental del proyecto es otro de los ámbitos que se tienen en cuenta desde el primer día: además de ser el tren un medio de transporte sostenible, contribuye a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Asimismo, en el futuro, queda claro que un ferrocarril puede sustituir a 40 o 50 camiones, teniendo en cuenta que en la actualidad hay un movimiento de un millar de vehículos de transporte pesado.
La programación de la obra estima un máximo de ejecución total, contando el túnel, el viaducto y la parte restante, de 46 meses. Por eso, el horizonte se ubica en el año 2021. El presupuesto que lanzaron Copasa, Ogmios y Geotúnel es de 72,5 millones de euros. Estas firmas se unieron en su día y fueron selecciones por ser grandes especialistas cada una en su terreno. Algo imprescindible teniendo en cuenta la disparidad de labores existentes en el trayecto, como la obra subterránea.
Además de esas tres firmas, en los trabajos están tomando parte más de una veintena de compañías diferentes que prestan servicios muy concretos, como demoliciones, gestión de residuos y suministro de hormigón, entre otros. Una decena de ellas lo hacen de forma permanente y continuada. En definitiva, un proyecto a gran escala que prevé hacer del puerto exterior una referencia más que mejorada, imprescindible para Ferrol.