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Este verano se implementaba desde la Xunta una nueva herramienta para mejorar la capacidad de reacción ante la lacra de los incendios forestales. Para conocer dónde y cuándo se producen se instalaban 88 cámaras de videovigilancia diseminadas por todo el territorio gallego, incluyendo terrenos de las 73 parroquias clasificadas como de alta actividad incendiaria dentro del Plan de Prevención y Defensa Contra los Incendios Forestales, el Pladiga. El primer balance resulta muy positivo, como destacaba el jefe del servicio de coordinación de incendios de la Consellería de Medio Rural, Alberto Piñeiro Tubío.

La nueva red de videovigilancia forestal aprovechó las infraestructuras del operador público Retegal, emplazándose en 44 de sus centros de telecomunicaciones, con dos cámaras en cada uno de ellos. Un equipamiento de altas prestaciones tecnológicas, ya que disponen de visión nocturna y capacidad para operar en situaciones de temperaturas extremas. También son resistentes a vientos huracanados.

El principal objetivo de esta iniciativa de Medio Rural, para apoyar la labor de detección, prevención y seguimiento de los fuegos forestales, quedó cumplido. «Ofrece unha perspectiva nova e directa do que está pasando no territorio e un grado de cobertura moi importante», destaca Alberto Piñeiro. Este pasado verano la mayoría de los incendios en Galicia se pudieron controlar desde esta red de cámaras colocadas de forma estratégica, que dan cobertura a más de 1,5 millones de hectáreas, lo que supone más de la mitad del territorio gallego.

La cobertura visual casi inmediata desde que aparece un foco de fuego posibilita reducir los tiempos en la toma de decisiones y priorizar mejor la asignación de medios para su extinción. La vigilancia remota de los montes desde el centro de coordinación central de Medio Rural a través de las cámaras funciona las 24 horas del día. De esta forma los agentes y técnicos forestales acceden en tiempo real a las imágenes, incluso desde dispositivos móviles. Pueden geoposicionar el punto donde se está produciendo el incendio, facilitando la gestión de recursos para sofocar las llamas. El cumplimiento de las expectativas en torno a esta red de videovigilancia podría traer aparejada su ampliación en próximos años con más cámaras en función de las posibilidades presupuestarias.

Las cámaras y la información que aportan sobre los montes se integran con otros programas que llevan más tiempo operativos como Xeocode 2.0. Esta plataforma ofrece información geográfica y el posicionamiento de personal y equipos, desde brigadas a motobombas o helicópteros, mediante una señal de GPS. Da datos además sobre la afección a viviendas o si el fuego está controlado o extinguido, entre otros parámetros como la situación meteorológica donde se está produciendo la incidencia.

La vigilancia comenzó a funcionar este año y cubre 1,5 millones de hectáreas

En el marco del Programa Life, gestionado por la Comisión Europea, Galicia participa en la iniciativa LifeTec. Aborda el uso de la información que se obtiene de los radares meteorológicos para detectar, controlar y extinguir incendios forestales en fases incipientes. Además, se estudia también el uso de estos radares, que operan en horario nocturno y en condiciones de baja visibilidad, para incrementar la capacidad de respuesta de los sistemas de información de soporte a esas tareas, como Xeocode; y la utilización de la capacidad de comunicación de datos de Red de Emergencias de Galicia (TETRA) para mejorar la coordinación entre efectivos en las fases de detección, control y extinción de incendios.

La red permite controlar las características del incendio y asignar los medios para su extinción