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A Laracha, un mar de senderos para entrar a la Costa da Morte
Náutica en Caión o recursos fluviales: el municipio ofrece muchas opciones
No es tiempo de correr riesgos. La llegada del coronavirus ha obligado a cambiar nuestros hábitos diarios para adaptarnos a una realidad impensable hace ahora un año. La forma de hacer turismo, como todo, tampoco es la misma, y la tranquilidad y la ausencia de aglomeraciones ahora son dos valores seguros para cualquier destino que se precie. De esos dos ingredientes está plena la Costa da Morte y, más concretamente, A Laracha, como puerta de entrada a la comarca en su zona norte. Una variada gama de colores es lo que se encontrará el visitante a su paso por el municipio bergantiñán, que podrá disfrutar por tierra, mar y aire.
Río Bradoso
El azul de su línea de costa contrasta con el intenso verde de sus cursos fluviales, que pueden aprovecharse para realizar rutas de senderismo y conocer el territorio desde una perspectiva diferente. Destaca, por ejemplo, el itinerario que gira en torno a los muíños que existen a lo largo del río Bradoso: son 19 y aprovechan la fuerza del agua para producir harina. Se encuentran ejemplos de todo tipo, que evolucionan desde el muíño circular manual hasta los que incorporaron algún tipo de elemento mecánico al ser de mayor tamaño.
Gabenlle, paraíso natural
En Gabenlle, la gema más preciada del municipio, puede el visitante perderse siguiendo el curso del Anllóns, río vertebrador de la comarca de Bergantiños. Barbacoas, mesas y áreas de juego hacen de este espacio un lugar perfecto para gozar de un plácido paseo tras disfrutar de una comida en plena naturaleza.
Ruta dos muíños
En Gabenlle finaliza, precisamente, una de las dos rutas que recorren los molinos del municipio, que tienen ambas como punto de inicio el Centro de Interpretación dos Muíños da Costa da Morte, en Golmar. La corta, la que acaba en Gabenlle, tiene una longitud de 7,9 kilómetros y parte de la cuenca del río Acheiro para recorrer, en gran parte, el paseo del Anllóns. Por el camino, el visitante se topa con los molinos de O Formigueiro, As Pezas, O Grande de Gabenlle y O Tarrulo.
Por su parte, el itinerario largo discurre por un total de 12,5 kilómetros, tiene una dificultad media-alta y finaliza en Caión. Con el mismo punto de inicio que el anterior, desde Gabenlle el caminante parte hacia el casco urbano de A Laracha para continuar hasta la única salida al mar que tiene el municipio.
Encantos urbanos
Otros dos itinerarios sugieren desde el departamento de Turismo del Concello, y uno de ellos se basa precisamente en el descubrimiento del litoral y del encanto de la localidad de Caión. Desde Senda Nova, por su parte, diseñaron una ruta por capillas como la de Santa Margarida o San Roque da Pena, entre otras.