Alimentos y fármacos que no hay que mezclar
El pomelo, la leche, el brócoli, el chocolate... pueden reducir o aumentar los efectos de algunos medicamentos
Si lo que provoca es la disminución del efecto del fármaco, tudolencianose curará o lo hará más lentamente; si, por contra, la incrementa, puedes intoxicarte. Y es algo que los médicos no siempre nos comentan. Repasemos algunas de esas interacciones.
EL POMELO
Interacciona con antidepresivos, antihipertensivos, fármacos contra el colesterol (estatinas)... Ocurre porque tiene unas sustancias que impiden al hígado degradar parte de los medicamentos que le llegan y al pasar intactos a la sangre se multiplican las dosis. Eso aumenta la toxicidad y los efectos secundarios.
LOS LÁCTEOS
La leche dificulta la absorción de algunos antibióticos al modificar el pH del estómago. También influye su contenido graso: los lácteos ricos en grasas hacen que el estómago se vacíe más despacio, con lo que el antibiótico tarda más en hacer efecto.
LAS CRUCÍFERAS
Si tomas anticoagulantes es mejor que minimices el consumo de coles de Bruselas, coliflor, repollo, brócoli... pues limitan su eficacia al contener mucha vitamina K (como la lechuga romana, los espárragos, la remolacha, el aguacate...). Esta vitamina favorece justamente la coagulación sanguínea. Por contra, el ajo y el zumo de arándanos combinados con los anticoagulantes aumentan peligrosamente su efecto.
EL CHOCOLATE
Igual que quesos fermentados y curados, patés, concentrados de carne, pasas e higos secos entre otros alimentos, es rico en una sustancia llamada tiramina. Esta produce una importante interacción con un tipo concreto de antidepresivos (los llamados inhibidores de la MAO). Si se combinan, pueden producirse crisis hipertensivas serias, por lo que hay que evitarlo.
Hasta 85 medicamentos distintos pueden ver alterado su efecto si al mismo tiempo se toma pomelo