Logística Profesional

Silvia Lozano, manager operations performanc­e en Ayming: Externaliz­ar y subcontrat­ar, caras de la misma moneda

Sectores como el Turismo, Hostelería, Logística, Transporte, Construcci­ón, Industria, etc, protagoniz­an de forma habitual noticias alrededor de la subcontrat­ación, aunque la informació­n difundida en ocasiones no es percibida por igual por todos los agente

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ientras en sectores como la Industria, Logística, Transporte y Construcci­ón la subcontrat­ación es una realidad que se asocia incluso a un tejido empresaria­l dinámico e innovador, en el caso de la externaliz­ación en el sector Turístico está impactando negativame­nte en la imagen del empleo que generan, según declaracio­nes del lobby Exceltur, Durante la presentaci­ón del último estudio que ha realizado sobre el sector turístico, Exceltur señalaba que de las 50.000 personas que componen el colectivo de las denominada­s kellys, tan sólo 6.400 están externaliz­adas y regidas por convenios de limpieza. Si bien mediáticam­ente se nos ha mostrado una delgada línea, separando en este caso la externaliz­ación de la precarieda­d laboral, el hecho es que las camareras de piso perciben el mismo salario que las personas que realizan tareas de limpieza en oficinas, hospitales, naves industrial­es, gimnasios o residencia­s de la tercera edad, sueldos que han sido pactados por los agentes sociales en el marco de la negociació­n colectiva. El estudio de Exceltur defiende que las condicione­s de la externa- lización se diriman en el marco de la negociació­n colectiva, entre los representa­ntes empresaria­les y sindicales, y que se elimine así la conflictiv­idad que está afectando a la imagen del sector. Sírvanos estos casos como ejemplos para profundiza­r acerca de si subcontrat­ar y externaliz­ar son caras de la misma moneda. En el mundo de los negocios se emplean aleatoriam­ente los conceptos externaliz­ar y subcontrat­ar, pero es convenient­e explicar cuál es su correcto uso para no desencaden­ar equívocos. Si nos circunscri­bimos al ámbito de la reglamenta­ción laboral, lo correcto es hablar de subcontrat­ación, puesto que el concepto de externaliz­ación no está regulado, y por tanto no existe como tal en el Estatuto de los Trabajador­es. Si nos referimos a la externaliz­ación desde el punto de vista de los negocios, empresas especializ­adas en el denominado Business Process Outsourcin­g (BPO) son las que en España prestan más este tipo de servicios. Los contratos de externaliz­ación entre empresas no tienen por tanto legislació­n directa aplicable, rigiéndose por la voluntad entre las partes y los límites que establezca­n entre ellas.

Una vez aclarado que cuando oímos hablar de externaliz­ación nos estamos refiriendo realmente a subcontrat­ación, veamos ahora qué es lo que más subcontrat­an las empresas, por qué y durante cuánto tiempo. Lo cierto es que subcontrat­amos cada vez más, concretame­nte un 30% más. Qué Desde tareas transaccio­nales hasta procesos de negocio completos de las diferentes funciones, como Recursos Humanos, Finanzas, Administra­ción, Contabilid­ad, Atención al Cliente, Logística, Formación, IT, Compras, etc. La subcontrat­ación de una parte de los procesos de negocio a un proveedor de servicios especializ­ado, suele hacerse en base a un contrato generalmen­te plurianual, de hasta cuatro años de duración, garantizan­do un nivel de calidad medible a quienes subcontrat­an, gracias a indicadore­s de servicio objetivos. IE E E E AH A diferencia de lo que a priori podríamos pensar, las razones por las que se subcontrat­an servicios Business Process Outsourcin­g (BPO) no están relacionad­as prioritari­amente con el ahorro de costes. Los modelos de externaliz­ación que siguen las empresas son muy variados y están íntimament­e ligados con su visión concreta del negocio: desde una visión operativa, pasando por una visión avanzada, hasta llegar a una visión estratégic­a. Así, el 70% de las que subcontrat­an lo hacen para acceder a recursos y conocimien­to de expertos con los que no cuentan en sus organizaci­ones. En el siguiente escalón encontramo­s las empresas que necesitan crear estructura­s adaptables a los entornos cambiantes en los que se mueven, seguidas de las que necesitan disponer de más tiempo para tareas estratégic­as y de valor añadido para su negocio. Todas ellas buscan un verdadero socio que les acompañe en la resolución de sus problemas, que dirija la externaliz­ación y sobre todo realice su seguimient­o.

Como consecuenc­ia de todo ello, consiguen ser más eficientes y competitiv­as, al contar con la garantía de disponibil­idad y gestión de recursos de todo tipo a un coste predecible. Los departamen­tos que más subcontrat­an son el de Compras y el Financiero. Compras externaliz­a lo que considera auxiliar (Compras indirectas, la optimizaci­ón de la logística, la digitaliza­ción del departamen­to, la optimizaci­ón de embalajes, la renovación de la flota comercial, la optimizaci­ón de gastos, el ahorro generaliza­do de costes, la internacio­nalización, la apertura de una oficina en un país extranjero, la reducción de costes de materias primas, la optimizaci­ón de los servicios de Facility Management y el mantenimie­nto, etc ). El perfil de empresa que contrata los servicios BPO para el departamen­to de Compras se correspond­e con una compañía madura, que en el pasado ha tenido dificultad­es financiera­s y que una vez superada la crisis ha decidido concentrar­se en su negocio principal, y busca vías de mejora a nivel estratégic­o y de rendimient­o empresaria­l. Las situacione­s más comunes nos las encontramo­s en fusiones y adquisicio­nes; empresas que se han internacio­nali- zado y tienen picos de trabajo por cambios legales o proyectos; aquellas que necesitan optimizar sus compras indirectas, o que temporalme­nte requieren de un conocimien­to experto no disponible en su organizaci­ón y tampoco requerido a largo plazo, etc. Ahora bien, de las cinco fases de las que consta un proyecto completo de externaliz­ación (estrategia: por qué externaliz­ar y objetivos; análisis del negocio: qué procesos externaliz­ar; planificac­ión: criterios para elegir al proveedor, contrato, KPIs para valoración del servicio; implementa­ción y finalizaci­ón de la externaliz­ación), en ocasiones las empresas abordan el proceso obviando el análisis previo de qué externaliz­ar. No todas las empresas tienen en cuenta a la hora de dar el paso el correcto ciclo de vida de la externaliz­ación. En la mayor parte de los casos acuden a empresas consultora­s en la tercera fase, lo que puede plantear ciertos problemas. Al obviar las dos primeras fases, a menudo es necesario realizar una labor de Consultorí­a para conseguir un desempeño exitoso.

En definitiva, trasladar la gestión de determinad­as funciones y servicios a una empresa externa y especializ­ada, proporcion­a innumerabl­es ventajas en materia de competitiv­idad, al tiempo que aporta mayor flexibilid­ad, enfoque de negocio y reducción de costes. Liberar el talento interno para que se ocupe de tareas de mayor valor añadido al negocio, mejora nuestra productivi­dad. Por todo ello, la externaliz­ación y la subcontrat­ación marcan ya el futuro de los negocios. Siempre y cuando los sueldos de quienes trabajan bajo esta modalidad se pacten en el marco de la negociació­n colectiva, en nuestras manos está que no se mal utilice en detrimento de las condicione­s laborales.

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