Iker Vigo, Ulma Handling Systems: ”Hay que tener claro qué es lo que queremos resolver”
El pasado 10 de mayo, Iker Vigo de Ulma Handling Systems mostró a los alumnos del curso Almacenes 4.0 las claves sobre las que debe asentarse un proyecto de automatización de un almacén.
Vigo destacó el creciente interés por los procesos de automatización, ”ya que las empresas son conscientes de que compiten con logística”. Así, avanzó la tendencia de una logística con pedidos más pequeños que demandan una mayor frecuencia de servicio y un menor plazo que, en definitiva, se traduce en una exigencia por mantener bajos niveles de stocks. ”Todo ello nos exige ofrecer soluciones cada vez más complejas y personalizadas”.
”Hemos dejado atrás las peticiones que buscaban ajustarse al boom de la automatización para que hoy cada cliente obtenga una solución distinta, más ajustada a su realidad y que, además, le permita obtener una ventaja competitiva, ya que si el mercado exige innovación, los proveedores de soluciones tecnológicas hemos de contribuir para que nuestros clientes puedan estar un paso por delante”.
Ante la cuestión de si la automatización y la tecnología nos ayudan en nuestros procesos o nos limitan, Iker Vigo afirmó: ”Una automatización necesita dar respuesta a una logística con un flujo estable en una actividad mínimamente rentable, que permita establecer un cálculo del retorno de la inversión que justifique tal decisión”. No obstante, las razones económicas deben recoger otras cuestiones:
Los almacenes ”fabrican pedidos”, y este es un eslabón más de nuestra cadena de valor si queremos ser competitivos. No necesariamente todo es automatizable. Es necesario estratificar las referencias del catálogo y darle a cada grupo un tratamiento.
En los análisis hemos de contemplar los ahorros de costes operativos: es un hecho que logramos emplear a menos personas en tareas rutinarias. Conseguimos niveles de calidad y rapidez en los procesos, y ello se traduce en mejor respuesta al mercado.
Podemos garantizar una fiabilidad y reducir drásticamente los errores. Aprovechamos el espacio en altura y generamos mayor disponibilidad en planta, además de rentabilizar el factor precio del metro cuadrado. Se solucionan las problemáticas derivadas de trabajos físicos que causan absentismo, bajas y accidentes y se cumple con la ergonomía de procesos de trabajo manual.
Ya existen ciertos trabajos en los que un robot le da un tratamiento al material de trabajo y al producto de más calidad y de forma más estandarizada.
Se busca una mayor calidad en los puestos de trabajo.
Además, con la automatización y la digitalización de los equipos vamos a poder predecir las paradas de máquinas y así garantizar el nivel de servicio. A final, la clave es manejar el binomio grado de automatización-nivel de complejidad de la solución dentro de las tres áreas sobre las que podemos atacar: el espacio limitante y la compresión de su
stock, la preparación de pedidos y la flexibilidadrapidez que buscamos y la zona de expediciones. Vigo concluye que, en líneas generales, un almacén automático responde a unas especificaciones previamente definidas y consensuadas, y lo realmente importante es qué es lo que queremos resolver: ”Aquí es donde el cliente ha de postularse”.