El final del ‘Melillero’
Cinco detenidos por dar cobertura al supuesto agresor de las dos jóvenes en Cártama
Tras cuatro días de intensa búsqueda, la Guardia Civil puso fin en la noche del viernes a la huida de J. A. D. H., apodado el Melillero, principal sospechoso de atacar con ácido a su ex novia y a una amiga de esta en Cártama, después de abordarlas cuando iban en su coche. Los agentes lograron darle caza gracias a un amplio dispositivo policial con el que estrecharon el cerco. Familia, amigos y el grupo criminal al que pertenecía. Esos que le dieron cobertura y le ayudaron a mantenerse oculto después de la agresión a las dos mujeres. Todos estaban vigilados. Por eso, cuando el Melillero fue detenido en Mijas cayeron con él otras cinco personas por encubrimiento, según informó la Guardia Civil ayer en un comunicado. Aunque la investigación sigue abierta, por lo que no se descartan nuevos arrestos, según precisaron.
Los cinco detenidos forman parte de su entorno familiar o del grupo criminal al que pertenecía el hombre, de 26 años y nacido en Melilla. Todos cuentan con un amplio historial delictivo, con numerosos antecedentes por tráfico de drogas y otros delitos, según apuntó la Guardia Civil. La operación, bautizada como Tindra, se centró precisamente en el control de su círculo más cercano, tanto familiar como criminal. Así, después de la frenética persecución por la autovía el pasado miércoles en la que consiguió escapar después de recorrer 50 kilómetros a más de 200 por hora, hasta abandonar su Volkswagen en Mijas y huir a la carrera, los investigadores le situaban en torno a esta localidad.
Las pesquisas apuntan a que la casa en la que se refugió pertenecía a uno de los arrestados. Tenían vigiladas tres casas en cuyo interior pensaban que se podía estar ocultando. Fue durante esa vigilancia cuando los agentes localizaron al Melillero conduciendo por la zona en una motocicleta scooter. Según detalló la Guardia Civil, en este nuevo intento de huir contó con la ayuda de otra persona que lo acompañaba con otra motocicleta de similares características, con el único objetivo de despistar y evitar a cualquier cuerpo policial. Esta vez no lo consiguieron.
Después de chocar con el coche policial, abandonó la motocicleta y continuó su fuga a pie, aprovechando la orografía del terreno y las condiciones de poca luz. Pero los agentes le cercaron la zona completamente, para evitar que pudiera escapar, a la vez que se empezó una batida del terreno. Esto permitió localizar la vivienda en la que se ocultaba y donde, además, le acompañaban en ese momento otras dos personas que le apoyaban en su evasión, según precisó la Guardia Civil, y que también fueron detenidas.
Una vez que se tenía conocimiento de su paradero exacto, los guardias civiles consiguieron proceder a su arresto, así como de las otras dos personas que lo acompañaban en el interior de la vivienda. Otro grupo de agentes de la Guardia Civil procedió a la detención del resto de individuos que habían facilitado el ocultamiento y la huida del agresor en estos cuatro días. En total, hasta ayer eran cinco los detenidos, además del Melillero, pero la Guardia Civil indicó que la operación sigue abierta y no se descartan nuevas actuaciones.
Han sido al menos dos las persecuciones que ha protagonizado el fugitivo desde que huyera de Cártama tras lanzar supuestamente un bote de ácido a Sandra, su ex pareja –con la que había tenido una ruptura reciente– y a Cristina, una amiga de ella. Dejó a ambas muy graves, con quemaduras en buena parte de su cuerpo. Sandra fue evacuada en helicóptero al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde sigue muy grave en la UCI con quemaduras profundas en el 45% de su cuerpo. Cristina está en el Regional de Málaga, estable dentro de la gravedad, con un 20% de superficie quemada en la cara y en las piernas.
Desde el principio, los agentes que se hicieron cargo de la investigación advirtieron de que se trataba de un delincuente “experimentado”, bastante peligroso. Le constaban siete órdenes de búsqueda emitidas por diferentes juzgados –la última de ellas con vigencia desde el 28 de octubre por un delito de malos tratos físicos en
el ámbito familiar– y en su largo historial criminal hay más de una veintena de detenciones anteriores. Le atribuyen ilícitos como robo con fuerza, también con violencia, contra la seguridad del tráfico por conducir sin permiso de conducir y malos tratos. Tenía, además, una orden de alejamiento de otra mujer. Durante casi dos años, permaneció escondido en Marruecos por un supuesto ajuste de cuenta relacionado con un conocido clan de Marbella. La Policía Nacional lo menciona en al menos 14 delitos cometidos presuntamente entre mayo de 2013, cuando apenas le faltaba un mes para alcanzar la mayoría de edad, y octubre de 2018. Así, está señalado en varios casos, entre ellos homicidio, amenazas, lesiones, robos, quebrantamientos de condenas, atentado a agente de la autoridad y sustracción de vehículo a motor. A pesar de su extenso y variado historial delictivo, el individuo seguía en la calle cuando cometió la agresión.
Ayer, después de su detención, fueron varias las felicitaciones para las fuerzas y cuerpos de seguridad, entre ellas, la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en Twitter puso en valor el operativo policial y subrayó que “la violencia machista no tiene cabida en nuestra sociedad”. También el presidente andaluz, Juanma Moreno, mostró su “rotunda condena a la violencia machista”, al tiempo que mandó “fuerza y nuestra solidaridad a las familias de Sandra y Cristina. Todos deseamos que su salud mejore lo antes posible”. El subdelegado del Gobierno en Málaga, Teófilo Ruiz Municio, también felicitó a la Guardia Civil, al frente de la operación, y a los cuerpos de la Policía Nacional y Local por su colaboración ante esta “brutal” e “intolerable agresión machista”.
Desde la agresión en Cártama han sido dos las persecuciones que ha protagonizado
Las dos mujeres a las que lanzó un bote de ácido siguen ingresadas en estado grave