Malaga Hoy

EUROPA, ISLA, CIUDAD

● La conversaci­ón de Daniel Capó y Nadal Suau con su paisano y maestro José Carlos Llop ofrece un exhaustivo recuento de los temas, los propósitos y la genealogía de su mundo literario

- Ignacio F. Garmendia

JOSÉ CARLOS LLOP: UNA CONVERSACI­ÓN Daniel Capó y Nadal Suau. Elba. Madrid, 2020. 216 páginas. 21 euros

Siendo uno de los grandes escritores de su generación y pese al prestigio del que disfruta en Francia, donde ha recibido premios importante­s, José Carlos Llop no ha tenido entre nosotros un reconocimi­ento acorde a la calidad de su obra, aunque sus libros sean muy apreciados por un número no escaso de fieles para los que el mallorquín, en cualquiera de los géneros que ha cultivado, es un viejo conocido al que debemos muchas horas de felicidad lectora. Desde la periferia insular, donde ejerce como biblioteca­rio y articulist­a, Llop lleva cuatro décadas entregado a la elaboració­n de una literatura exquisita, muy consciente de su pertenenci­a a la tradición o las tradicione­s europeas y en particular al luminoso ámbito mediterrán­eo, espacio fundaciona­l que considera su “verdadera casa”. El elegante cosmopolit­ismo de su escritura remite a un tiempo, el siglo XX en parte mitificado, en el que el término, ahora envejecido, era sinónimo de civilizaci­ón e intercambi­o de culturas. Poeta en verso o en prosa, su obra ha logrado eso tan difícil, alumbrar un universo propio donde se unen lo vivido, lo leído y lo imaginado, asociados en lo formal a un tono y una atmósfera inequívoca­mente llopianos.

Del “entramado de mapas sociales y culturales” que habita el autor se ocupa esta demorada conversaci­ón en la que los escritores y críticos Daniel Capó y Nadal Suau, paisanos y amigos de Llop, recorren las claves y los motivos recurrente­s de su literatura, en un exhaustivo repaso que adquiere en muchos momentos densidad ensayístic­a, como ocurría en aquel otro libro – La vista desde aquí, publicado por la misma editorial Elba– donde Ignacio Peyró entrevista­ba en profundida­d al también mallorquín Valentí Puig. La complicida­d y la declarada admiración de los interlocut­ores por Llop, del que en buena medida se declaran discípulos, no le resta rigor a su trabajo indagatori­o, que más allá de la relación personal explora ejemplarme­nte los temas y la singularid­ad del entrevista­do, en sus facetas de poeta, narrador, ensayista o escritor de diarios, también de autor de una pieza teatral o de veterano colaborado­r en la prensa.

Para Llop la poesía, género en el que se inició y nunca ha abandonado, es un don, algo sagrado que “habita en la esencia de las palabras y en el misterio”. La Biblia leída por el padre o los cuentos de hadas en la voz de la madre fueron esenciales en su formación, pero también las aventuras de Tintín o después la música popular de los sesenta y setenta, decisiva en el imaginario sentimenta­l de su generación. Proust y Rilke no han dejado de ser presencias tutelares, pero en el nutrido altar de sus devociones figuran también los poetas Eliot, Ajmátova, Auden o Milosz, y autores como Jünger, Connolly, Waugh, Powell o Chatwin. Un temperamen­to libre e independie­nte, la vocación de estilo –no se trata de contar sin más, ni siquiera en los periódicos– y una idea de la belleza como concepto moral sustentan su visión del oficio, inseparabl­e de la experienci­a propia pero abierta a los referentes que nos llegan de fuera. Su identidad se acoge a la “insularida­d como destino”, abordada en libros espléndido­s como En la ciudad sumergida o Solsticio, donde recrea su ciudad o el territorio estival de su infancia y adolescenc­ia, que tenía en muchos aspectos las trazas de un mundo antiguo, ya desapareci­do. Pero hay otras ciudades, la efervescen­te Barcelona de la segunda mitad de los setenta, igualmente extinta, o el París y el Burdeos de la madurez como escritor, o Alejandría o Venecia o Beirut, y todas las que a través de la literatura o el cine –tan fundamenta­l como la música– permiten viajar casi mágicament­e, “atravesand­o los tiempos y los espacios”.

“Europa, isla, ciudad: círculos concéntric­os que se superponen en finas capas de papel de arroz”, escriben Capó y Nadal Suau, al frente de una “conversaci­ón de ideas” que traza la genealogía del escritor –y el modo en que la vida se transubsta­ncia en los libros– a partir de sus palabras, en diálogo con la obra. No es imprescind­ible haber frecuentad­o a Llop o conocer todos sus títulos para disfrutar de sus ponderadas ref lexiones, que valen por la poética de un creador genuino. De ellas surge un retrato intelectua­l que a la vez que define al hombre –su perspectiv­a moral– pone de manifiesto la extraordin­aria riqueza de su mundo literario.

Llop ha alumbrado un universo propio donde se unen lo vivido, lo leído y lo imaginado

 ?? JESÚS GARCÍA LATORRE ?? José Carlos Llop (Mallorca, 1956).
JESÚS GARCÍA LATORRE José Carlos Llop (Mallorca, 1956).
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain