Un tributo a Matías Prats en el centenario de Zarra

Telmo Zarra podía ser el abuelo de Leo Messi. Y Matías Prats Cañete, padre de Matías Prats Luque, era el abuelo de Matías Prats Chacón. El locutor cordobés de Villa del Río, paisano de mi colega Manolo Pedraz, fue coautor radiofónico del gol de Zarra a Inglaterra en el Mundial de Brasil de 1950, el que ganó Uruguay con el maracanazo. Ese año Zarra fue Pichichi. Una de las seis ediciones que lo conquistó entre la 1944-45 y la 1952-53, con los paréntesis de César y Pahíño en dos ocasiones. Un dominio que iba desde el valencianista Mundo a la Saeta Rubia. Messi ha superado los seis Pichichis de Zarra, una hegemonía que inició la temporada 2009-2010, el año del Mundial, una década prodigiosa que sólo interrumpieron Cristiano Ronaldo en tres ocasiones y el uruguayo Luis Suárez en una. El hijo de Matías Prats presenta el informativo de fin de semana de Antena 3 televisión. El nieto de Matías Prats presenta los deportes en Tele 5. Setenta años con un Matías Prats en nuestras vidas, primero radiadas, después televisadas. Tres generaciones sujetadas por ese cable de goles entre Zarra y Messi, dos personajes del Marvel hispano, trece Pichichis, icono de un futbolista vasco que nunca ganó ese trofeo. Zarra se consagró en el Mundial de Brasil frente a la Pérfida Albión, que vuelve en su apoteosis restrictiva, Boris Johnson con alma de Francis Drake queriendo vengarse de la derrota que les infligió Blas de Lezo, el Medio Hombre, frente a las costas de Cartagena de Indias, en aquella guerra púnica donde la Armada española venció a un enemigo muy superior en número. La Armada Invencible se había preparado para vencer a su adversario en 1588, pero no contra los elementos. Diez años después moría Felipe II, que de forma fugaz fue rey de los ingleses. El Ulises de Joyce es la prueba literaria más contundente de la españolidad de Gibraltar, el alegato onírico de Molly Bloom. Inglaterra sólo ganó el Mundial de Inglaterra… con la ayuda de los árbitros.

Setenta años de vigencia de Matías Prats, entre Telmo Zarra (1921-2006) y Leo Messi, nacido el día de San Juan de 1987. El año que nació Messi fue Pichichi Hugo Sánchez; el año que murió Zarra, Samuel Eto’o. El vasco falleció el mismo año que mi padre, que era más de Di Stéfano. De Zarra a Messi, trece Pichichis y tres Matías Prats. Cuando murió el abuelo, lo ganó Ronaldo da Silva. El hijo nace en 1952, año que conquistó el trofeo Pahíño, en un descanso de Telmo Zarra; el nieto viene al mundo la víspera de Reyes de 1985, año que Gordillo ficha por el Madrid y el Pichichi lo consiguió Hugo Sánchez. Un gol de Messi retransmitido por Matías Prats nieto sería una forma de mantener el legado setenta años después. Justicia poética en este 20 de enero de 2021, centenario del nacimiento de Telmo Zarra, puente mágico del quinteto que se sabían de memoria los niños de la posguerra: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo, Gaínza. En la segunda Liga del coronavirus, con Messi lanzado a por su octavo Pichichi después de un amago de deserción y unos inicios titubeantes.

A los 70 años del gol de Zarra en Maracaná, Messi superó los seis Pichichis del vasco