¡TODOS A ESQUIAR!

CON datos del Covid mejores que los actuales, hace casi un año estábamos ya en los balcones. Teletrabajando, sin posibilidad de movernos, con las aulas cerradas y haciendo cola en los supermercados para arramblar con el papel higiénico y la levadura de pan. Con las calles desiertas y las persianas bajadas. Sin las interminables excepciones con que hoy mismo nos podemos desplazar por toda Andalucía con absoluta tranquilidad.

¡Todos a esquiar! Me ha bastado una medida del BOJA y una no- explicación del vicepresidente Marín para cambiar de opinión. La semana pasada apoyé sin fisuras la petición de los universitarios granadinos (toda la rebelión empezó en mi ciudad) para que los exámenes del primer cuatrimestre se hicieran virtuales. Era una cuestión de coherencia. Antes de que la UGR rectificara y de que los rectores lo suscribieran este fin de semana, estaba convencida de que era el profesor quien este curso debía hacer un esfuerzo extra por primar la evaluación continua y aplicar el ingenio en las pruebas finales para evitar que los estudiantes resolvieran con un copia-pega aprovechando su ventajismo tecnológico. Que había que primar su seguridad y no obligarlos a desplazarse desde sus pueblos –en universidades como la de Granada son miles– con la excusa del examen. Si se ordenó la “enseñanza virtual”, lo sensato era culminar con una “evaluación virtual”.

El viernes me quedé sin argumentos. Esos mismos jóvenes que decimos preservar podrán subir a Sierra Nevada a esquiar –su salvoconducto es el forfait– y culminar su jornada tomándose una cañas en Pradollano, quedando por la noche en sus pisos de alquiler… Mejor no especulo.

Lo pueden hacer ellos y todos nosotros. La Junta se ha empeñado en boicotearse. Plantea una hoja de ruta sensata y ordenada, parece que escucha a los técnicos y luego sorprende con decisiones inauditas que lo desmontan todo. ¿Vuelta a los lobbies? Ocurrió cuando el Gobierno de Juanma Moreno cerró la UGR y dejó abiertos los bares, ocurrió cuando eliminó el “cortafuegos vírico” de seis a ocho de la tarde y ocurre ahora cuando, mientras multiplica los BOJAs para confinar municipios por el descontrol del virus, nos anima a “preservar el ecosistema” practicando la caza y nos deja ir a esquiar.

Por cierto, ¿Bendodo no era el portavoz? ¿Han nombrado a Marín para cuando toca meterse en un jardín? Porque las excepciones dejan de serlo cuando las desvirtuamos –y abusamos de ellas– y las explicaciones dejan de serlo cuando no las entiende ni quien las da.

¿Bendodo no era el portavoz de la Junta? ¿Han nombrado a Marín para cuando toca meterse en un jardín?