VACUNACIÓN: QUE SE MOVILICEN YA TODOS LOS RECURSOS

CUANDO ya llevamos tres semanas de vacunación podemos decir que el arranque de la campaña, vital para derrotar al coronavirus, ha sido flojo y decepcionante. Hasta el momento, según los datos del Gobierno de España, sólo se han administrado 1.165.825 dosis de este medicamento en todo el territorio nacional, pero el número de personas que han completado el tratamiento es de apenas 68.456, una cantidad irrisoria. A este ritmo, tal como indican los expertos, tardaríamos dos años en vacunar al 70% de la población mayor de 16 años. Si de verdad quisiéramos llegar a la inmunidad de grupo en verano, como se suponía que era el objetivo, habría que administrar unas 220.000 vacunas al día. Evidentemente, estamos muy lejos de alcanzarlo. Por tanto, hay que decir claramente que la cogobernanza es un fracaso y que sólo está sirviendo para la bronca política entre administraciones. Por tanto, es hora de que el Gobierno central acepte de una vez que debe liderar la lucha contra el coronavirus y, muy especialmente, la campaña de vacunación. Porque hasta ahora es indiscutible que la escasez de dosis, los problemas logísticos, la mala organización y la falta de colaboración entre Ejecutivo y autonomías han ralentizado la campaña de vacunación de una manera alarmante, lo cual pone en peligro la vida de miles de personas. No se termina de comprender que tengamos capacidad logística para organizar unas elecciones generales en las que votan más de 36 millones de personas en una sola jornada (y cuyos resultados finales sabemos en apenas dos o tres horas) y, sin embargo, seamos incapaces de montar con eficacia una campaña de vacunación vital para el destino del país. Es hora, decíamos, de que el Gobierno se ponga al frente y movilice todos los recursos de la nación que sean necesarios, tanto públicos como privados, tanto materiales como humanos, para que lleguemos al verano con el grueso de la población vacunada. Nos jugamos mucho en ello, tanto la salud de las personas como la economía del país, y hasta nuestra propia autoestima como sociedad. No hay tiempo que perder.

El Gobierno debe movilizar todos los recursos de la nación que sean necesarios, públicos o privados, para que el grueso de la población esté vacunada este verano