El Covid se lleva por delante por segundo año la romería del Rocío
La Blanca Paloma permanecerá en Almonte, al menos, hasta 2022 Triana tampoco celebrará la Candelaria en la aldea
Por segundo año consecutivo no habrá romería del Rocío. El presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Santiago Padilla, dio a conocer ayer la decisión adoptada por la junta de gobierno de esta corporación el miércoles. Una suspensión que obedece a las actuales circunstancias sanitarias –en plena tercera ola del Covid– y ante las previsiones de que para cuando llegue la fecha de celebración de esta multitudinaria peregrinación (a finales de mayo) haya aún muy poca población vacunada.
Aunque muchos rocieros tenían puesta la esperanza en que el próximo mayo pudieran peregrinar a la marisma, las expectativas se han disipado por completo. Sólo faltaba confirmar la noticia. Padilla lo hizo ayer. No habrá romería del Rocío en 2021. Como tampoco la hubo en 2020. Dos años seguidos sin el principal culto de los rocieros. Una medida que se toma en vísperas de que, en circunstancias normales, hubieran comenzado a celebrarse las primeras asambleas comarcales de hermandades para preparar la peregrinación.
No habrá romería, pero sí Pentecostés, como ocurrió el año pasado. Se celebrará del 21 al 24 de mayo en Almonte, donde la Virgen del Rocío permanece desde que fue trasladada en aquel ya lejano 19 de agosto de 2019, como ocurre cada siete años. Tampoco hay fecha para el regreso a su santuario, en la aldea. A este respecto, Padilla aclaró que en las actuales circunstancias dicho regreso no se puede celebrar, al menos, durante 2021 y en el formato “tradicional” en el que se ha desarrollado hasta 2019. Conviene recordar aquí que en la última venida más de dos millones de personas acompañaron a la Blanca Paloma.
“Los plazos de vacunación no se están cumpliendo. Ya dicen que no se alcanzará la inmunidad de rebaño hasta finales de año, cuando estaba prevista para inicios del verano. A ello hay que sumar también las condiciones de seguridad que deben existir para celebrar un traslado como lo hemos conocido siempre”, explicó el presidente de la Matriz de Almonte, quien hizo especial hincapié en que esta pandemia supone un acontecimiento que cambiará el curso de la historia. “No sabemos cuándo acabará ni si alguna vez podremos recuperar la normalidad anterior. Acontecimientos así ya han ocurrido en siglos anteriores y la devoción a la Virgen del Rocío siempre se ha adaptado a las nuevas circunstancias”, agregó.
Padilla reconoció que el Covid ha “dinamitado” uno de los pilares de la devoción rociera: “la convivencia y el espíritu de hermandad”. A esta situación se suma que las constantes restricciones sanitarias han impedido que la mayor parte de las corporaciones filiales hayan organizado sus peregrinaciones extraordinarias ante la Patrona almonteña. De hecho, en pocos días, Triana, la hermandad rociera más antigua de la la capital hispalense, hubiera celebrado la tradicional Candelaria, que reúne a miles de personas en la aldea el último fin de semana de enero. Una estampa que este año, después de mucho tiempo, no se podrá contemplar y que supone también una fuerte merma de ingresos para muchos negocios, especialmente los instalados en el Rocío, que llevan año y medio con muy pocas ventas desde que la Virgen no se encuentra allí.
El presidente de la Matriz agradeció a las filiales el esfuerzo desde que estalló la pandemia por mantener viva la devoción rociera. Tuvo también palabras de recuerdo para los efectivos que suelen trabajar en el Plan Romero y que ahora se afanan en “combatir” el coronavirus.
Padilla detalló que para la segunda celebración de Pentecostés en Almonte se creará una comisión que se encargará de diseñar los actos conforme se desarrolle la situación sanitaria.
La devoción rociera habrá de adaptarse a la nueva realidad tras el Covid, advirtió Padilla