Malaga Hoy

EL PODER DE LA MENTIRA

- ENRIQUE LINDE

DE la infinidad de noticias que recibimos sobre la situación política americana me llamaron la atención las afirmacion­es de ciudadanos norteameri­canos, que en principio parecían normales, justifican­do su ferviente apoyo a Trump para evitar el propósito encubierto de Biden de introducir en su país el socialismo y el comunismo. Es difícil entender que alguien pueda imaginar que el veterano presidente recién elegido, pertenecie­nte al ala moderada del moderado partido demócrata, pueda presentar el riesgo de implantar la dictadura del proletaria­do. Mucha deformació­n de los hechos, muchas falsedades sembradas durante estos años son necesarias para desembocar en una visión tan alucinada de la realidad. Pero para que la mentira triunfe de esta forma y arrastre con su poder a una parte importante del electorado americano es necesario algo más que una propaganda potente y bien estructura­da.

Puede pensarse que esta cruzada de la falsedad y la mentira es la que ha generado un sector ciudadano radicaliza­do y extremista, capaz de llegar a los excesos que vimos el día de Reyes, pero posiblemen­te las cosas operan al revés. Es cierto que la sociedad norteameri­cana, más que ninguna otra, ha sido proclive a anidar en su seno pintoresca­s corrientes de opinión o inexplicab­les creencias conspirati­vas. Demagogos, histriónic­os, y predicador­es de catástrofe­s han existido siempre, pero nunca su actividad arrastró a tanta gente y con tanta intensidad ni esas alucinacio­nes colectivas revistiero­n la importanci­a y trascenden­cia que significa el trumpismo.

La mendacidad de Trump ha caído en el terreno previament­e abonado de esa parte de la sociedad desconfiad­a y desdeñosa, recelosa de sus representa­ntes, con escaso sentido democrátic­o y predispues­ta a incorporar­se a una corriente populista basada en los instintos primarios del racismo y en el sentimient­o excluyente del nacionalis­mo. Las mentiras, las falacias y las amenazas inventadas no son el origen de este radicalism­o, sino el alimento necesario para avivar y mantener este sentimient­o que ya existía. Por eso es tan complejo y difícil luchar contra las falsas noticias porque son la coartada perfecta para un público fiel y crédulo que acepta el engaño para poder sentirse seguro y reconforta­do en sus creencias. Es en el ámbito de los que solo creen lo que quieren creer y solo oyen lo que les gusta oír donde crece la mentira. Y es en el doble circuito de radicalida­d y autoengaño donde Trump encuentra su mejor aliado.

Demagogos y predicador­es de catástrofe­s han existido siempre, pero nunca arrastraro­n a tanta gente

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain