Coria utiliza las colonias de murciélagos frente al virus del Nilo
A pesar de los prejuicios –fruto de la literatura y, más recientemente, de las informaciones sobre cómo el Covid-19 llegó a los humanos– los murciélagos son un aliado para el control de insectos, como los mosquitos que el pasado verano fueron vector para la transmisión del virus de Nilo, que hizo que 76 personas enfermaran con graves síntomas y nueve fallecieran por un brote que afectó a varias provincias, aunque el foco principal estuvo en el entorno de La Puebla y Coria del Río.
Entre las líneas de trabajo iniciadas para enfrentarlo de cara a la próxima primavera, y al margen de los tratamientos con las recomendaciones de la empresa Lokímica, contratada por la Junta, Coria ha apostado por reforzar la presencia de este quiróptero. Y es que sólo un murciélago de los habituales en Andalucía –como el murciélago común (Pipistrellus pipistrellus) y el de Cabrera (Pipistrellus pygmaeuses), ambos de pe
Ha colocado 40 refugios para para reforzar la presencia de estos animales
queño tamaño– es capaz de acabar en una noche con 3.000 insectos.
Se trata de un proyecto diseñado por la empresa especializada en asesoramiento, formación y divulgación ambiental Brutal. En colaboración con Living Doñana (otra empresa coriana de turismo de naturaleza y ornitológico) y el Ayuntamiento, que ha contratado el programa, ha colocado ya 40 refugios para estos animales en el casco urbano.
Según Sara Pinto Morales, bióloga y responsable de la iniciativa, en cada uno podrían asentarse diez ejemplares. En algunos casos, pueden tardar unos cuatro años. Es un animal “delicado”. Aunque se espera que por la falta de otros espacios sea un proceso rápido esta vez. Los refugios están geolocalizados, para hacerles seguimiento.
Se han buscado zonas cercanas a masas de agua y ajardinadas, donde hay más mosquitos. Se han puesto a más de cuatro metros de altura en árboles, postes o edificios municipales, intentando que no les dé mucho el sol.