El comercio marbellí no esencial cierra hoy con “incertidumbre”
● Los empresarios y comerciantes desconocen cuánto durarán las nuevas restricciones
Los empresarios y comerciantes de la ciudad costasoleña de Marbella abordan desde hoy el cierre de la actividad no esencial con “incertidumbre” y “preocupación”, debido a que desconocen por cuánto tiempo se va a prolongar la clausura y qué criterios se van a aplicar para la reapertura.
Así, el presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Marbella, Juan José González, valoró que la medida “estrangula nuevamente al tejido económico”, aunque matizó que las razones sanitarias “probablemente lo merecen”, destacando que “ahondará en la grave crisis de los negocios que han logrado sobrevivir” al depender “la mayor parte de las empresas del turismo”.
La dependencia del sector turístico ahonda aún más en la crisis de los distintos negocios
El presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Marbella (Apymen), Enrique Guerrero, señaló que los socios están “desesperados”, ya que “la economía de Marbella está basada en el tema turístico” y “la hostelería, los gestores de cuentas, las inmobiliarias o los abogados” dependen de este sector. En este sentido, apuntó que “ya están cerrados entre el 30 y el 40%” de los negocios localizados en la “parte turística” como el paseo marítimo, Ricardo Soriano, el casco antiguo o Puerto Banús, por lo que subrayó que el cierre de la actividad no esencial “vendrá a profundizar aún más la crisis que tenemos”. Por su parte el portavoz de la Plataforma de comerciantes y hosteleros de Marbella, Nahuel Klappenbach, lamentó que a partir de hoy “todos los comercios de la zona van a estar cerrados y no van a tener ningún tipo de indemnización”, señalando que el Ayuntamiento aún “no ha pagado los 350 euros del concurso de decoración navideña ni publicado las bases de las ayudas al sector”.
Theresa es la propietaria de la tienda eThnoPur, en el casco antiguo. Relata las dificultades que está atravesando en este periodo de pandemia, asegurando que “desde agosto no vendo nada”, por lo que para afrontar la actual situación de cierre de la actividad no le queda otra opción que “negociar con la propietaria del local” para que le permita “estar sin pagar unos meses en alquiler”. De lo contrario, afirma que se va a la “quiebra”.
La misma situación viven otros comerciantes del centro, que se han visto abocados al cierre definitivo, y los que aún sobreviven han acogido la noticia como “un jarro de agua fría”, ya que tienen la “incertidumbre” de hasta cuándo va a durar la medida restrictiva y qué criterios se van a aplicar para la reapertura, según valoró Sisí, propietaria del bar ‘El Torero’, que espera que las medidas solo se apliquen durante 14 días, sino “me veo pidiendo en Cátiras”, subrayó. Mientras, Irene, que regenta La Casa del té, apuntó que tras dos cierres, este tercero supone “el remate”, debido principalmente a la “incertidumbre” y “la desesperanza porque no sabes cuándo acaba”. A ello sumó que “no hay ayudas directas” y respecto a las subvenciones al comercio criticó que “tienes que pagar el Impuesto del Valor Añadido (IVA) a los proyectos, lo que “genera más gasto”. Además, lamentó que en la ciudad solo se “fomentan” centros comerciales, al tiempo que su compañero Bernardo critica que “los locales del centro están hipervalorados”.