CAMBIOS MÍNIMOS EN EL GOBIERNO
NO hubo sorpresas: Carolina Darias ocupará la cartera de Sanidad y Miquel Iceta será ministro de Política Territorial. Sánchez quería al catalán en su equipo. Máximo responsable del PSC, es un hombre de probada lealtad a Sánchez cuando, tras su expulsión de la Secretaría General, se empeñó en recuperar su cargo. En las primarias ante Susana Díaz, Iceta fue clave para que, contra pronóstico, las ganara Sánchez. Quiso premiarlo con la Presidencia del Senado, pero lo anunció antes de tiempo, lo que provocó que los parlamentarios catalanes no lo designaran senador autonómico y se quedara sin el escaño necesario.
Iceta apuntó al presidente que Illa tendría más votos que él en las autonómicas y le hizo caso. Por otra parte, el catalán deseaba dar el salto a la política nacional y con la salida de Illa consideró Sánchez que era el adecuado para la nueva etapa que vivirá Cataluña tras las elecciones próximas. Iceta mantiene buenas relaciones personales con los dirigentes catalanes de los diferentes partidos, y desde el Ministerio puede impulsar las políticas de Sánchez, con decisiones que son básicas para continuar al frente del Gobierno gracias al apoyo de ERC. No será un respaldo gratis, porque obliga a acatar condiciones difícilmente aceptadas por muchos ciudadanos: avances en el autogobierno y abordar el indulto de los independentistas condenados. Iceta se va a mojar, de hecho lo ha hecho en los últimos años, y no es difícil deducir que dará alegrías a los independentistas catalanes.
Darias ha sido la ministra que más cerca ha estado de Illa, conoce bien cómo respira cada líder autonómico y sus consejeros de Sanidad, y le lidiará con la coordinación de las decisiones del Gobierno central con los autonómicos.
Sánchez ha hecho lo esperado: cambios mínimos. Sus palabras de despedida a Illa fueron desproporcionadas: lo presentó como si fuera el mejor ministro de Sanidad de España. Sólo se entiende ese elogio excesivo desde la hipocresía... o como punto de partida de la campaña catalana.