Malaga Hoy

POPULISMO CON LA PAC

- IGNACIO MARTÍNEZ

ESTÁN aquí. Dicen como Mas y Puigdemont “España nos roba”. Como Thatcher en 1984, quieren su cheque. En días alternos son europeísta­s o nacionalis­tas. Dos buenos ministros de Agricultur­a andaluces han sufrido campañas de protesta similares abanderada­s desde el Gobierno regional. El popular Arias Cañete fue acribillad­o por los peones de Susana Díaz por lo que el portavoz socialista de entonces calificó “un robo a mano armada” en el reparto nacional del anterior paquete agrario europeo 2014-2020. Y ahora, en perfecta imitación, la Junta en manos del PP acusa al socialista Luis Planas de alta traición por la distribuci­ón interna en España de los fondos de la PAC y el desarrollo rural 2021-2027. Con el mismo guion, se atacan las normas aprobadas en las institucio­nes europeas por populares, socialista­s y liberales.

Desde hace un cuarto de siglo se sabe que Andalucía perdería paulatinam­ente subsidios, por el cambio de la filosofía agraria europea. Hasta ahora los dirigentes políticos regionales y de las organizaci­ones profesiona­les han demorado la convergenc­ia. Alemania ya la ha hecho y a este ritmo España lo lograría en 2036. La nueva PAC se retrasa hasta 2023, porque no están los reglamento­s. Y el Ministerio ha aprovechad­o el período transitori­o para aproximar a los más y menos subvencion­ados. En esta porfía, Andalucía está sola frente a las demás autonomías: recibe 1.840 millones de euros al año, un 27% de los fondos agrícolas que llegan al país. Su media por hectárea supera con creces el promedio europeo, mientras que el resto de España está por debajo.

Igual que Díaz en 2016, Moreno ha encontrado un contencios­o para sus peleas con el Gobierno central. Y la consejera Crespo, una oportunida­d para su protagonis­mo. El ministro Planas, de visita esta semana en Granada, ha insistido en que sólo un 1% de los 227.000 perceptore­s andaluces de subvencion­es perderá más de un 20% de su ayuda estos dos años. La consejera casi le da la razón: ha puesto ella misma ejemplos de recortes a agricultor­es que recibían ayudas de cinco a ocho veces mayores por hectárea que la media española.

El ruido contra el decreto de esta semana es una toma de posiciones para la negociació­n que viene. Inevitable­mente se reducirán las regiones agronómica­s españolas y se acortará la distancia entre los agricultor­es que más cobran por derechos históricos y los que menos reciben. La potente agricultur­a andaluza mantendrá importante­s subsidios directos y puede conseguir compensaci­ones con otras ayudas, por ejemplo a la producción integrada a través de los ecoesquema­s.

Las organizaci­ones agrarias están en su derecho de pedir lo mejor para sus representa­dos. Pero los gobiernos deben decir la verdad a los ciudadanos y mantener aquí lo que deciden en Bruselas. No pasó con Díaz ni ocurre ahora con Moreno, jugando los dos al nacionalis­mo populista. Tal para cual.

 ??  ?? @imartinezc­ano
@imartinezc­ano

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain