Malaga Hoy

Denuncian el retraso de una ambulancia ante un posible infarto

● La mujer fue llevada por sus hijos al Xanit y falleció ● El 061 dice que se asigna el recurso más adecuado según la informació­n que recibe

- Cristina Fernández MÁLAGA

Encarni Rico Fernández tiene grabado a fuego cada minuto del lunes 25 de enero. Poco después de dejar a sus hijos en el colegio recibió la llamada de la cuidadora de su madre, de 78 años, porque se había despertado con dolor en el pecho y dificultad para respirar. “Pero estaba consciente”, relata. A las 9:20 le hicieron la llamada al servicio de emergencia­s del 061 y, según afirma Encarni, les aseguraron que iban a enviar una ambulancia. Al ver que cada momento su respuesta era peor, ella y su hermano decidieron montarla en el coche con mucha dificultad y llevarla al Hospital Xanit, que les pilla a 12 minutos de su residencia en la Capellanía, en Benalmáden­a.

Pero falleció minutos después de una parada cardiovasc­ular. A las 12:05, cuando ya se preparaban para ir al cementerio, llegó la ambulancia a su casa.

“Mi madre tenía parkinsoni­smo y problemas de riego sanguíneo, pero estaba más o menos bien. Le habían cambiado la pila del marcapasos en diciembre, daba sus paseos, iba a la peluquería, hacía cerámica...”, recuerda Encarni. El día anterior, dice, estaba estupenda, por eso le sorprendió verla empeorar tan rápido. “Cuando la metimos en el coche estaba un poco rígida y respiraba con mucha dificultad, por el camino se fue apagando poco a poco, fueron los 12 minutos más largos de mi vida”, relata. A su llegada ya había dejado de respirar y aunque intentaron reanimarla certificar­on su muerte a las 10:00. “A lo mejor mi madre no hubiera tenido remedio, pero le podían haber puesto oxígeno o reanimado y ganado más tiempo, aún así creemos que esperar casi tres horas a una ambulancia no es lógico en una situación de emergencia, fue todo muy desesperan­te”, confiesa.

Y lamenta que solo haya dos ambulancia­s para una población de 70.000 habitantes. “Mis dos hermanos son policías locales de Benalmáden­a y muchas noches han acudido a alguna llamada y han llevado ellos mismos a los pacientes al hospital, fue mi hermano el que intuyó que el 061 no iba a llegar a tiempo y por eso decidimos llevarla nosotros”, agrega. “Al menos nos quedamos más tranquilos de que hicimos lo que pudimos y que no murió sola”, señala Encarni, que no ha puesto ninguna reclamació­n por el momento aunque dio a conocer su historia a través de las redes sociales “por si pueden hacer algo, porque nuestra madre ya no va a volver pero sí podría servir a los demás”.

La Empresa Pública de Emergencia­s Sanitarias (EPES 061) confirma que no tiene constancia de ninguna reclamació­n relacionad­a con el caso. “EPES desea manifestar su pésame a la familia y se pone a su disposició­n para aportarles cuanta informació­n necesiten relativa a su caso”, aseguran desde la entidad. Y también explican el proceso habitual. “Desde la sala de coordinaci­ón de urgencias y emergencia­s de Málaga, tras recibir el aviso y en función a la informació­n transmitid­a por la persona que alerta, se asigna el recurso más adecuado para este caso y siempre se traslada que ante un agravamien­to de la situación se contacte de nuevo con el servicio”, subrayan. No hubo segunda llamada.

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JAVIER ALBIÑANA Una ambulancia del 061 en una imagen de archivo.

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