Malaga Hoy

QAnon crea una crisis de identidad en el seno del Partido Republican­o

● Los demócratas expulsan de varios comités a la legislador­a Marjorie Taylor Greene, seguidora del movimiento conspirati­vo, después de que los conservado­res se negaran a reprenderl­a

- Efe WASHINGTON

La legislador­a Marjorie Taylor Greene, que se ha adherido abiertamen­te al movimiento conspirati­vo QAnon, ha desatado dentro del Partido Republican­o una crisis de identidad difícil de resolver y que el jueves acabó con su expulsión de los comités a los que estaba asignada, una de las mayores reprimenda­s del Congreso.

El Partido Republican­o se negó a disciplina­r a la congresist­a y los demócratas usaron su mayoría en la Cámara de Representa­ntes para expulsarla del comité de Educación y del comité del Presupuest­o, puestos a los que había sido designada por su propia formación.

La votación en la Cámara de Representa­ntes fue muy significat­iva: 199 de los 211 republican­os votaron a favor de Greene, mientras que todos los demócratas lo hicieron en contra. Los números muestran que, por ahora, los conspirati­vos han ganado la primera batalla en la guerra que se libra dentro del Partido Republican­o para definir su identidad, ahora que Donald Trump ya no es el presidente.

Los miembros más apegados a la tradición de la formación temen que ese ala más radical acabe por robarle la identidad pero, al mismo tiempo, no tienen el valor suficiente para plantarle cara, puesto que eso podría suponerles una pérdida de votos entre el nido de acólitos de Trump.

Antes de la votación, el líder republican­o en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, intentó hacer malabarism­os. “Déjenme ser claro –dijo–, los comentario­s de Greene como ciudadana privada no representa­n los valores de mi partido. Como republican­o, como conservado­r y estadounid­ense, condeno esas visiones inequívoca­mente”. Sin embargo, McCarthy tenía poder para retirar a la polémica congresist­a de los dos comités a los que previament­e la había designado y eligió no hacerlo.

Los republican­os se reunieron a puerta cerrada el miércoles para hablar sobre Greene. Como en Washington todo se acaba sabiendo, los medios reportaron el jueves que la congresist­a pidió a sus correligio­narios perdón por los comentario­s que había hecho antes de llegar al Congreso.

Y, en respuesta, fue ovacionada por aproximada­mente la mitad de los congresist­as que participar­on en la reunión.

Además, Greene aprovechó para recaudar fondos para su campaña, algo que ha hecho sin pudor con mensajes públicos en Twitter.

Al mismo tiempo, los demócratas han invertido medio millón de dólares en anuncios de televisión y en internet con el objetivo de convertir a la polémica congresist­a en el rostro del Partido Republican­o antes de las elecciones legislativ­as de 2022, en un intento por dañar la reputación de los conservado­res.

En noviembre de 2020, Greene fue elegida como una de las representa­ntes de Georgia y se convirtió en la primera persona que llegaba al Congreso tras proclamar su fe en QAnon, un grupo formado en foros de internet y que fue uno de los que impulsó el asalto al Capitolio el 6 de enero.

Los seguidores de ese movimiento, que el FBI considera una potencial amenaza de terrorismo directo, creen que el mundo está dirigido por una organizaci­ón de pedófilos satánicos que, entre otras cosas, conspiraba­n para derrocar al ya ex presidente Trump.

Desde el principio, Greene fue señalada como una figura polémica, pero su presencia en el Partido Republican­o comenzó a ser cuestionad­a cuando a finales de enero salió a la luz que había dado me gusta a mensajes de Facebook que apoyaban ejecutar a la demócrata Nancy Pelosi y a agentes del FBI.

El jueves, en un discurso en el Congreso, Greene aseguró que lamentaba “algunas de las palabras del pasado”, pero no se disculpó por su retórica violenta y racista.

Sólo 12 conservado­res de la Cámara de Representa­ntes votaron contra Greene

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain