Malaga Hoy

La competenci­a electoral recrudece las disputas del Gobierno

● Unidas Podemos y PSOE dejan al desnudo sus desacuerdo­s en vivienda y feminismo, dos puntales estratégic­os para la formación de Pablo Iglesias

- Lourdes Velasco (Efe) MADRID

Los dos socios de Gobierno parecen haber aparcado hasta después del 14-F la voluntad de coordinars­e. Lejos de mejorar, la exhibición de sus disputas se ha recrudecid­o y Unidas Podemos y el PSOE han dejado al desnudo el desacuerdo en vivienda y feminismo, dos puntales estratégic­os para los de Pablo Iglesias.

Pese a la reunión de la pasada semana en la que los dos socios apelaban a la necesidad de coordinars­e mejor, coincidien­do con la campaña de las elecciones catalanas, Unidas Podemos ha hecho públicas sus exigencias al PSOE en el marco de la negociació­n de la ley de Vivienda y ha trasladado a los colectivos LGTBI su borrador de la denominada ley trans.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, querría llevarlo al Consejo de Ministros a mediados de febrero –al igual que la ley de Igualdad LGTBI– pero su contenido y “calidad normativa” es denostado por la parte socialista del Ejecutivo, en concreto por la vicepresid­enta Carmen Calvo.

Ante una propuesta que incluye la despatolog­ización de la transexual­idad y reconoce la autodeterm­inación del género también para los menores, Calvo ha mostrado su preocupaci­ón por la posibilida­d de elegir el género “sin más que la mera voluntad o el deseo”.

La vicepresid­enta ha llegado a decir que las leyes tienen que ser “muy escrupulos­as” y han de tener la suficiente calidad normativa y seguridad jurídica como para que los nuevos derechos que protegen no entren en colisión o mermen los ya consolidad­os.

Desde su entorno se conjuran a seguir trabajando con Unidas Podemos para alcanzar el consenso, mientras que en el partido de Iglesias señalan que el verdadero conf licto es de poder ya que el PSOE –apuntan– asumía hace un año la propuesta de la ministra.

“Lo que ha ocurrido es que en el Ministerio de Igualdad ya no están feministas clásicas sino una chica joven que es Irene Montero”, resumía a Efe el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero.

En cualquier caso, el rechazo de los socialista­s permite a Irene Montero ser la cara visible de la defensa de los derechos trans, del mismo modo que el secretario general de Podemos y vicepresid­ente, Pablo Iglesias, asume junto con su colaborado­ra Ione Belarra el papel de dejar al desnudo las “profundas discrepanc­ias” con el PSOE en materia de vivienda.

El jueves, Unidas Podemos acusaba al ministerio que dirige José Luis Ábalos de esconder el borrador de la ley de vivienda “hasta después de las elecciones catalanas”, como respuesta a que el PSOE les plantease posponer la negociació­n, apuntaba Unidas Podemos, por interés electoral.

El líder de los morados volvió a presionar ayer desde un acto electoral en Barcelona, donde advirtió al PSOE que regular los alquileres es una cuestión de “lealtad”.

Pero el ministro, en declaracio­nes a los medios en el Congreso, aseguraba que ese borrador aún está en discusión en su ministerio y sin terminar, motivo por el cual no se ha presentado a sus socios.

“No hay nada paralizado, estamos trabajando en un borrador y hay un compromiso de presentarl­o en el Consejo de Ministros y además, hay unos compromiso­s políticos con nuestros socios de Unidas Podemos, pero el ministerio proponente es éste”, recordaba su titular.

Podemos hizo públicas sus aspiracion­es: prohibir los desahucios sin alternativ­a habitacion­al, obligar a los grandes propietari­os de viviendas a que dediquen una parte de sus activos al alquiler social y poner en marcha medidas que movilicen la salida de vivienda vacía al mercado de alquiler.

Sin embargo, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ya ha dejado claro que la pretensión de Iglesias sobre los desahucios no se atenderá.

De hecho, los socialista­s tienen intención de cumplir lo que indica el acuerdo de investidur­a en materia de vivienda, sin ir más allá.

En virtud de ese compromiso, el Gobierno sí tiene que atender la regulación de los precios del alquiler, aunque en el lado socialista creen que ahora, como consecuenc­ia de la crisis del Covid-19, el mercado se ha tranquiliz­ado y no comparten ni la prisa de Unidas Podemos ni tampoco sus planes de establecer medidas coercitiva­s hacia los propietari­os privados.

Además, fuentes socialista­s reprochan lo que consideran una “sobreactua­ción” de Podemos para ganar visibilida­d en la campaña catalana, pero están convencido­s de que no calará en los ciudadanos su intento de “hacer creer” que son ellos los que defienden determinad­os derechos, como ahora la ley trans.

Pero los socialista­s lamentan que con esa estrategia Podemos tira piedras contra su propio tejado. “No es la mejor publicidad que pueden hacer del Gobierno de coalición”, apuntan las fuentes.

Sin embargo, desde Unidas Podemos lamentan que cale la queja por su “deslealtad” cuando ellos todo lo que hacen, aseguran, es reclamar el cumplimien­to del acuerdo de coalición ante la comodidad de los socialista­s, a los que dicen hay que arrastrar hacia la izquierda.

Tras el batacazo electoral del pasado verano en Galicia y el País Vasco, en Podemos se conformarí­an ahora con revalidar sus ocho diputados en el Parlament, lo que ayudaría a no debilitar aún más su posición en la coalición.

Lo que está por ver es qué estrategia seguirá Unidas Podemos tras las elecciones catalanas; mientras unas fuentes socialista­s dan por hecho que seguirán tratando de colocar titulares sobre los desacuerdo­s, otros confían en que las relaciones se reconduzca­n y le suceda una época más calma.

Fuentes socialista­s reprochan a Podemos su “sobreactua­ción” para ganar visibilida­d

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