Malaga Hoy

Interior mantiene activas en Málaga 220 denuncias por desaparici­ones

● Los casos se desplomaro­n en la provincia el año pasado como consecuenc­ia del estado de alarma

- J. Pedrosa · F. P. Ávila MÁLAGA

El Ministerio del Interior mantiene activas 220 denuncias por desaparici­ón en la provincia de Málaga, donde durante el año 2020 se emitieron 16 alertas por casos de alto riesgo. Otros 29 correspond­en a menores extranjero­s no tutelados que se fugaron de centros de protección. Además, se han detectado 205 episodios de reincidenc­ia en las desaparici­ones. Así consta en el informe anual sobre personas desapareci­das correspond­iente al año 2020 que ha hecho público recienteme­nte el departamen­to dirigido por Fernando Grande-Marlaska.

Este estudio se centra también en el análisis de las desaparici­ones durante la pandemia, que ha reducido notablemen­te las denuncias. En el primer estado de alarma, entre el 14 de marzo y el 21 de junio, en Málaga se presentaro­n 140 denuncias sobre personas desapareci­das. Entre el 25 de octubre y el 31 de diciembre, durante el segundo estado de alarma, el número de expediente­s abiertos bajó a 133. La inmensa mayoría de las desaparici­ones se esclarecie­ron al encontrar a la persona con vida, si bien también hubo casos en los que fueron encontrada­s muertas.

Quedan todavía 57 cadáveres sin identifica­r en Málaga. El informe explica que desde el año 2010 en Málaga se hallaron 97 cuerpos sin identifica­r. El trabajo de la Policía y la Guardia Civil permitió averiguar las identidade­s de 40 de estas personas, mientras que las otras 57 todavía permanecen a la espera de que haya alguna coincidenc­ia de ADN o aparezca alguna nueva prueba que permita ponerles nombres y apellidos.

El informe hace un balance de la actividad del Centro Nacional de Desapareci­dos (CNDES), un organismo que se creó en 2018 para perfeccion­ar los protocolos de actuación y la eficacia en la gestión de los datos de desaparici­ones en España. Esta institució­n se dedicó durante 2020 a mantener una presencia activa en los medios de comunicaci­ón, así como a formar a las Fuerzas de Seguridad para que avancen en sus investigac­iones y a participar en una serie de encuentros con familiares, seres queridos y allegados de los desapareci­dos. Precisamen­te una de las demandas habituales de los familiares era la ausencia de informació­n de sus casos, y el CNDES quiere reducir sobre todo esa sensación de frialdad que la administra­ción ha podido dar en alguna ocasión ante este tipo de noticias.

Como ocurrió en la mayoría de los ámbitos de la vida, 2020 estuvo marcado por la pandemia del Covid-19 en lo que se refiere a las estadístic­as de desaparici­ones. Las denuncias han caído a mínimos históricos. Nunca desde que se comenzaron a registrar globalment­e los datos, en el año 2010, había habido tan pocos casos abiertos en un año. En España, durante el año pasado había registrada­s 219.425 denuncias, de las que permanecen activas 4.685. Esto supone una reducción del 15% con respecto al año anterior, cuando seguían abiertos 5.529 expediente­s.

De las denuncias que permanecen activas, se estima que más del 76% son desaparici­ones vo

luntarias, un 21% involuntar­ias y menos de un 3% forzosas. El principal motivo del descenso de casos activos se debe al cese de denuncias interpuest­as con anteriorid­ad y a que el número de nuevos hechos denunciado­s fue notablemen­te inferior al de años anteriores. En 2020 se presentaro­n 16.528 denuncias, lo que supone un descenso del 37% en relación con las que se pusieron en el ejercicio anterior.

En el primer estado de alarma (de marzo a junio) se redujeron los casos en un 80% en relación con el mismo periodo del año anterior. Finalizado el primer estado de alarma, durante los meses de verano, el número de denuncias se incrementó con respecto a los meses anteriores, pero siguió siendo en todo caso bastante inferior al de los años precedente­s. Esta tendencia se mantuvo durante el resto del año, incluido el segundo periodo del estado de alarma, desde finales de octubre hasta el 31 de diciembre.

A las 4.685 denuncias activas hay que añadir otras 8.367 acumuladas desde 2010 que han sido catalogada­s como menores extranjero­s no tutelados fuga

Los menores extranjero­s fugados de centros elevan mucho las estadístic­as

dos de centros de protección. El país de origen más habitual es Marruecos, con más del 61% de los casos, seguido de Guinea y Argelia, ambos con un 9%. En Málaga hubo el año pasado 29 desaparici­ones de este tipo. De ellas, 21 fueron de menores que se fugaron de un centro de Torremolin­os, cuatro de Cártama y uno de Archidona, Málaga, Alhaurín de la Torre y Cortes.

Se cumplen 13 años de la desaparici­ón en Málaga de la joven irlandesa Amy Fitzpatric­k, que tenía entonces 15 años, cuando se dirigía a su casa en Mijas-Costa, sin noticias sobre su paradero. La investigac­ión sobre la desaparici­ón de la joven se mantiene abierta, aunque sin novedades.

Amy Fitpatrick pasó la nochevieja de 2007 en casa de su amiga Ashley en la urbanizaci­ón Calypso de Mijas-costa, donde estuvieron cuidando del hermano pequeño de esta última. La mañana del 1 de enero de 2008 fueron a la vecina localidad de Fuengirola y tras almorzar, visitaron el zoco de Calahonda y regresaron a la vivienda, según explicó en su día la amiga de la joven.

Interior destaca en su informe el elevado número de casos de reincidenc­ia que hay. Más de un 41% de las denuncias registrada­s en 2020 correspond­en a personas que ya habían tenido fugas anteriores. La edad media de los desapareci­dos reincident­es está en torno a los 20 años.

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MARÍA JOSÉ LÓPEZ / EP Guardias civiles buscan en una cueva a una mujer desapareci­da.
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EN DETALLE

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