El caso Marta del Castillo marcó un antes y un después en la búsqueda de personas
El balance que ha publicado el Ministerio del Interior no existiría si no hubiera sido por el caso de Marta del Castillo. La desaparición de la adolescente sevillana, en enero de 2009, obligó al Gobierno a cambiar todos los protocolos y el sistema de registro de las denuncias por desaparición, tratando de buscar fórmulas más eficaces. Era evidente que algo no funcionó en la Administración durante la desaparición de Marta del Castillo, cuyo cadáver sigue buscando la Policía Nacional 12 años después, sin que se haya hallado una sola pista fiable del paradero del mismo.
Aunque no lo cita expresamente, el propio informe comenta el cambio que supuso el caso Marta del Castillo para el tratamiento de las denuncias por desaparición en España. “Desde la regulación en el año 2009 de la actuación policial mediante un protocolo que venía a valorar el riesgo de la desaparición, con el fin de agilizar la búsqueda de una persona desaparecida y de esta manera adaptar las actuaciones y las medidas de respuesta a las circunstancias de cada caso, el campo de las personas desaparecidas y los restos humanos sin identificar viene siendo una prioridad y en ello ha estado y sigue trabajando intensamente el Ministerio del Interior, a través de la Secretaría de Estado de Seguridad”, explica la introducción del informe.
Desde entonces se han ido adoptando diferentes medidas y estrategias. La primera fue la creación de la base de datos de desaparecidos y restos humanos. Todo este proceso derivó en la constitución en el año 2018 del Centro Nacional de Desaparecidos, formado por agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que asesoran directamente al secretario de Estado de Seguridad.