Energíayelprocesodetransición
La digitalización de las redes eléctricas debe ser un hecho para conseguir la recuperación económica y la descarbonización
SEGÚN los especialistas, la digitalización de las redes eléctricas debe llevarse a cabo para cumplir dos objetivos básicos: lograr la recuperación económica en la que está inmersa Europa y la descarbonización. Estas premisas son esenciales para que las grandes empresas empiecen a invertir en unas acciones que deben ser prioritarias en el sector energético.
La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha afectado a la sociedad en todos los estamentos y la aceleración de los procesos hace necesario que se establezcan ya los primeros pasos hacia la transición energética. Con ella, se podrá hacer frente a desafíos como la integración de la generación renovable y distribuida, el autoconsumo, el vehículo eléctrico y la gestión de la demanda.
Desde el Gobierno se apunta que los próximos años serán vitales para “la transición ecológica, la sostenibilidad de los sistemas de energía y la innovación y digitalización”, cuestiones que serán motores de la recuperación económica y del tejido industrial en España y del viejo continente. Sobre esto, jugarán un papel muy importante los fondos europeos que llegarán al país y a los que se debe sacar el máximo partido posible. Para ello, las compañías deben fusionar sus estrategias y seguir un camino único en ciencia, tecnología e innovación.
Existen diversos puntos de interés que deben tratarse con celeridad. Es el caso de la necesidad de simplificar las tramitaciones administrativas para agilizar el proceso y el desarrollo de los pilotos y así favorecer la llegada de nuevos productos y servicios. Además, con esta vertiente se conseguirá desarrollar nuevos modelos de negocios, muy necesarios en los tiempos que corren.
Uno de los temas fundamentales que preocupa a la población y empresas es el medio ambiente. En este sentido, el desarrollo de estrategias plenas e innovadoras permitirá que las redes eléctricas sean clave para hacer de España un país verde y contribuir así a un territorio mas cohesionado y con garantías.
Todos los argumentos expuestos anteriormente no serán posibles sin la colaboración público-privada. Por ello, los organismos públicos y las grandes compañías ya trabajan codo a codo para afrontar con garantías el futuro y conseguir la robustez, fiabilidad, bajo coste y alto nivel de tecnificación que se tiene en toda Europa. Para adherir estas características a nuestro marco energético, es esencial hacerse con redes tecnologías digitales como la sensorización, la analítica avanzada de datos, la electrónica de potencia y los sistemas expertos de operación, nuevos materiales como superconductores y sistemas robóticos, tecnologías de almacenamiento, aderezos esenciales para conseguir digitalizar la red.
España se encuentra en un momento de crisis. Aún así, se dice que de las crisis surgen grandes oportunidades y el sector energético tiene una que no debe dejar pasar. El futuro de la energía y la digitalización de las redes eléctricas pasa por tomar cartas en un asunto que se antoja muy de presente.