Malaga Hoy

“Muchos profesiona­les están necesitand­o ayuda para salir del bache”

La directora de la UCI del Hospital Reina Sofía y portavoz de los intensivis­tas andaluces analiza el desgaste emocional sufrido por el personal sanitario en este año de pandemia

- Ramiro Navarro

–¿Recuerda, hace un año, el momento en el que vió que esto podía ser una pandemia global? –Recuerdo una conversaci­ón con una compañera de Barcelona que me puso los pelos de punta y que me advertía que esto no era cualquier cosa. Estuvimos atentos a las noticias que llegaban de otros países. Y recuerdo ese miedo que al principio nos invadía. Hubo falta de materiales, tuvimos que diseñar los aislamient­os, fue un momento de mucha incertidum­bre y de un trabajo muy intenso. Ahora conocemos más de la enfermedad pero hay más cansancio físico y psicológic­o. Durante la primera oleada tuvimos la suerte de que, a excepción de Málaga y Granada, el azote fue un poco menor que en otras zonas de España y se pusieron en marcha los planes de contingenc­ia. Faltaban recursos estructura­les y tuvimos que reinventar­nos. Somos una especialid­ad acostumbra­da a adaptarse. En la segunda y tercera oleada estábamos más preparados pero aún así tuvimos que reconverti­r algunas áreas en nuevas zonas de Cuidados Intensivos.

–¿Ahora vivimos una cuarta ola? –No estamos en los niveles de las segundas y terceras olas. Aun así, la denominaci­ón es algo epidemioló­gico. Desde mi posición, estamos tardando ahora más tiempo en la salida de las UCIS pero eso quiere decir que hay más superviven­cia. Vemos que la ocupación de las UCIS sigue siendo alta y no hemos llegado al valle, tras la curva, de oleadas anteriores. Ahora estamos temiendo el efecto de estos días de vacaciones y el incremento de las reuniones familiares .

–Hace un año afirmaba que estábamos bien preparados para lo que se preveía. ¿Cree que estaba en lo cierto?

–En ese momento estábamos dando un mensaje de esperanza a la población. Nuestra especialid­ad tiene mucha preparació­n para hacer frente a procesos infeccioso­s en UCIS. La primera ola dio tiempo a redefinir y planear. Aun así, creo que uno no está suficiente­mente preparado para algo como lo que estamos viviendo. La pandemia era algo inesperado y nos hemos ido adaptando. Pero, más allá de los recursos estructura­les, hay que subrayar el desgaste de los profesiona­les que han hecho un esfuerzo muy importante aumentando turnos y guardias. Cada vez nos coge más cansados y hace más mella el incremento de casos. Ahora los profesiona­les estamos más seguros, vacunados y tenemos medios de protección adecuados.

–¿Hay cambios o aprendizaj­es que hayan venido para quedarse? –De cualquier situación se saca un aprendizaj­e y en este caso no solo desde el punto de vista médico, sino humanístic­o y de la organizaci­ón de los profesiona­les. Se ha realizado una inversión en tecnología y recursos, como respirador­es, sistemas de oxigenació­n extracorpó­rea o plataforma­s para que los profesiona­les estemos mejor conectados. Todo eso se va a quedar, lógicament­e. También se ha mejorado el aislamient­o máximo de determinad­as zonas. En general, hemos tenido mucho aprendizaj­e y quedará un poso muy importante de cómo han trabajado los equipos y la respuesta que podemos dar.

–Estais muy cerca de pacientes y familiares en momentos muy especiales. ¿Cómo llevar esa sobreexpos­ición al dolor humano?

–Ese ha sido un tema muy duro. Antes de la pandemia, la mayoría de las UCI habían evoluciona­do para facilitar el acceso de los familiares y esto ha sido un paso atrás. Hemos hecho esfuerzos para que se sintieran acompañado­s, haciendo videollama­das y facilitand­o de alguna manera el contacto con las familias. Hemos tenido una respuesta maravillos­a de las familias y hemos hecho todo para que puedan despedirse. El sentimient­o de los profesiona­les era de gracias, por estar ahí, pero de disculpas por no poder facilitar el contacto y la compañía como a todos nos gustaría.

–¿Ha sido un desgaste añadido a nivel emocional?

– Así es. Temer por nosotros mismos, los pacientes y sus familias genera un desgaste psicológic­o añadido. Me consta que muchos profesiona­les están necesitand­o ayuda para salir del bache.

–¿Qué mensaje podría trasladar a la gente que está cansada de las medias pero no conocen la realidad que se vive en los hospitales y la trascenden­cia de todo esto?

–Creo que se ha visualizad­o poco el sufrimient­o que se pasa en las UCIS. La gente oye muchas cifras y datos y parece que no les va a tocar. Estás aquí y ves a familias enteras que se han visto afectadas, que han tenido que ingresarle­s y han pedido más de un familiar. Todo eso se debería visualizar un poco más. Parece que hay un exceso de datos y una carencia de relatos de cómo están siendo estas vivencias. A todos nos correspond­e una parcela de responsabi­lidad. Los profesiona­les han dado todo hasta, literalmen­te, la extenuació­n. A todos nos toca la responsabi­lidad de frenar esta pandemia dentro del ámbito que nos compete, ya sea llevar mascarilla­s o privarte de algo. Esto no es una cosa banal. Es una cosa muy seria que se está llevando muchas vidas por delante. Y aun no queda aclarar las secuelas de los pacientes más graves. Sabemos además que todavía queda y habrá que hacer más esfuerzos hasta que la tasa de vacunación sea alta. Nadie está libre. Hay un perfil de mayor riesgo pero en el fondo puede tocarle a cualquiera.

La gente oye muchas cifras y datos y cree que no les va a afectar, pero le puede tocar a cualquiera”

Se ha visualizad­o poco el sufrimient­o que se vive dentro de las Unidades de Cuidados Intensivos”

 ?? MIGUEL ÁNGEL SALAS ?? La doctora De la Fuente preside la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (Semiuc)
MIGUEL ÁNGEL SALAS La doctora De la Fuente preside la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (Semiuc)
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain