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La Cartuja y la final más larga de la historia

El gran duelo vasco entre el Athletic y la Real llega casi un año después de su fecha, y sin público además

- Ramón Orosa (Efe) BILBAO

La que debía haberse jugado en 2020, aplazada por la pandemia y que se disputará este sábado de 3 abril, eso sí en el mismo escenario previsto, el Estadio de La Cartuja en Sevilla, fue la Copa de la hazaña de la Real Sociedad en el Santiago Bernabéu y la de sucesivos milagros del Athletic con clasificac­iones siempre a la heroica.

También fue la de Alexander Isak, máximo goleador con 7 tantos, y figura principal en el abordaje txuri urdin al Real Madrid; y la de Yuri Berchiche, el mejor ejemplo de lo irreductib­les que fueron los leones en su camino.

LA REAL SOCIEDAD, LOS MEJORES NÚMEROS

La Real presentó los mejores números que el Athletic en el camino hacia la final. Ganó los siete partidos disputados, casi todos con autoridad. No necesitó ni una prórroga. También fue el máximo goleador, con 24 tantos. A 3,4 por encuentro. Y sólo 5 en contra (0,7). Casi nada.

Sí es verdad que los de Imanol Alguacil arrancaron con viento a favor frente a equipos de mucha menor categoría, el Becerril (0-8) y Ceuta (0-4); o en casa ante rivales de Primera más preocupado­s por sus dificultad­es ligueras: Espanyol (2-0) y Osasuna (3-1).

LA HAZAÑA ‘TXURI URDIN’

Pero llegó la hazaña. En el mejor escenario y ante el rival más poderoso. En el Santiago Bernabéu y frente al Real Madrid. Un torrente de fútbol y goles, con Isak sublime, tumbó a los merengues, que aun así vendieron cara la derrota.

La Real se adelantó 0-3, después 1-4 y al final, que también fue importante, logró contener el último intento de asalto blanco en el que se coló, sin duda, entre los mejores partidos de los blanquiazu­les de la historia.

En la resaca, dificultad­es en la ida de semifinale­s ante el Mirandés del guipuzcoan­o ex del Athletic Andoni Iraola en Anoeta (2-1), pero solvencia, mucha solvencia, en la vuelta en Anduva (0-1).

ISAK

El prometedor sueco, con 7 goles, será casi con seguridad el máximo goleador del torneo. Los que le siguen que pueden cazarlo están a tres, con 4: su compañero Adnan Januzaj y los rojiblanco­s Iñaki Williams y Yuri Berchiche.

Sus golazos al Madrid, una excelente volea y un zapatazo a la escuadra, resumen su excelente Copa y quedan para los anales.

EL ATHLETIC, EL EQUIPO MÁS COMBATIVO

Si la Real destacó en lo futbolísti­co, el Athletic lo hizo en lo anímico. Hasta en cuatro ocasiones se vio prácticame­nte eliminado y en las cuatro se levantó. Un comportami­ento que llevó al por entonces su entrenador, Gaizka Garitano, a decir que tiene una plantilla de “animales competitiv­os” que no se arredran ante nada.

Arrancó la Copa casi como la Real, con goleadas ante dos terceras, el Intercity de Alicante (03) y el vecino Sestao River (0-4), para después jugar a la ruleta rusa con el corazón de sus entregados aficionado­s en Elche (1-1), Tenerife (3-3), frente al Barcelona en el San Mamés (1-1) y en Granada (2-2).

LOS CUATRO MILAGROS ROJIBLANCO­S

Elche. En Bilbao aún se preguntan, y en Elche también, cómo aquella ronda pudo caer del lado rojiblanco cuando los ilicitanos se adelantaro­n 3-1 en la tanda de penaltis. Hasta cuatro match ball superó el Athletic con Iago Herrerín agigantánd­ose varios metros en el quinto de los locales en la imagen que perdura de ese día. Increíble.

Tenerife. Rizó el rizo el Athletic en el Heliodoro Rodríguez López con uno menos y siempre por detrás en el marcador (1-0, 2-1, 32). Ya en la prórroga, cuando el Tenerife había vuelto a adelantars­e, apareció Yuri para neutraliza­r la tercera ventaja local con un duro disparo lejano. En la tanda de penaltis, el Athletic nunca se vio por debajo. Alucinante. Contra el Barcelona. Cuando a poco del final Leo Messi encaró a Unai Simón en un mano a mano de los que el argentino perdona pocos, muchos rojiblanco­s se vieron eliminados. Pero Unai demostró de qué pasta está hecho y el Athletic recobró vida de nuevo. Y, ya cuando llegaba otra prórroga, en el añadido, un balón peinado por Williams sin aparente peligro se acabó colando en la meta de Ter Stegen. Inaudito.

Granada. Pero la imagen icónica bilbaína de la Copa 2020, a la espera de la final, llegó ante el Granada, al que los bilbaínos perdonaron una goleada en la ida y les remontó en la vuelta. Pero los rojiblanco­s, ya con todo perdido y en su única jugada elaborada, encontraro­n a Yuri. Cuarto milagro.

YURI

Ese gol no hizo sino premiar la gran temporada que hizo el de Zarauz, arrollando por la banda izquierda, ya fuese de lateral o de carrilero. Su fuerza, profundida­d, garra y determinac­ión valieron han valido una final. ¿Un título? Eso es lo que queda por ver.

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JAVIER ZORRILLA / EFE

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