En Andalucía calientan motores electorales
padas salte al ruedo de la pelea orgánica, ella aspira a construir su campaña. Cuando dice “yo no voy a perder un minuto”, quiere decir “voy a dedicar cada minuto”. A un ritmo semanal de 18 localidades, tardaría unas 43 semanas en recorrer todos los municipios andaluces. Habiendo comenzado en marzo, rema
Bannon que MAR usa como libro de cabecera–, reaccionó con júbilo al ver que Iglesias le regalaba una campaña de alta polarización de la que podía sacar grandes réditos; pero Sánchez se ha interpuesto para atraer los focos y evitar esa dualidad. En definitiva, durante la campaña la alternativa a Ayuso ya no es
Negociando la nada, dijo Calvo, minutos antes de que se supiera que Baviera o Campania nego
nas se pisa terreno emocional delicado. El caso es que Bendodo es de los que se fortalece con sus críticos, sobre todo si le echan conejillos o pichones. Esta semana, eso sí, en su acusación a Moncloa de escamotearle dosis a Andalucía, lo han pillado con el carrito del helado: desde Málaga, irónicamente, se denunciaba que a Córdoba iban más vacunas teniendo menos población; y Salud aclaró que se distribuyen por grupos diana, no por población. O sea, Andalucía utiliza el mismo criterio que denuncia. ¿Pero de cuándo se iba a permitir que la realidad te estropee un buen eslogan?
“jarabe democrático. Se equivocan, desinfectar a la competencia electoral es jarabe antidemocrático. Mucho más peligroso que un blanqueo el fascismo, ahora es cómo están blanqueando, tal como en Cataluña, la violencia.
TEODORO LEÓN GROSS