Torrox recupera el parking de la Almedina sin costes
El Ayuntamiento reparará cerca de un centenar de deficiencias detectadas
El Ayuntamiento de Torrox ha procedido formalmente a la recepción del parking de la Almedina. La resolución del contrato de la concesión de obra pública y explotación con la Ute integrada por Ecs, Triginer y Fodecs ya fue aprobada en el Pleno de septiembre. La administración local no tendrá que pagar por el rescate aunque para poder abrirlo tendrá que subsanar un centenar de deficiencias. Éste lleva abandonado desde enero de 2020 cuando la concesionaria dejó de prestar el servicio de forma uniltaral alegando pérdidas de más de 30 millones de euros. El Ayuntamiento le impuso entonces una multa diaria de 1.000 euros. La adjudicación había sido por procedimiento de negociado en 2006 pero no se abrió hasta 2008.
El alcalde, Óscar Medina (PP) explicó que no solo proceder a reparar las deficiencias, “sino incluso darle uso a la zona comercial”. “Hay que arreglar el edificio, el entorno, los accesos y dotar las oficinas de contenido donde podría ubicarse, por ejemplo, el SAE, el SEPE, el Patronato de Recaudación o dependencias municipales”, adelantó el regidor quien también anunció la creación de una nueva ordenanza de uso del parking con bonos “para que a los vecinos les suponga más económico poder acceder a él”. “Todo ello en base a un estudio de viabilidad mejor planificado a la realidad, no como el inicial que estaba mal elaborado”, añadió.Medina quien aclaró que en el momento de la entrega “no se ha podido inspeccionar la totalidad de las instalaciones” al carecer el edificio de suministro eléctrico, el acta de recepción enumera casi un centenar de deficiencias. Según dijo, que el Ayuntamiento lleve a cabo las reparaciones no supone que vaya a renunciar a reclamar a la concesionaria “los gastos que conlleven y que aún están por cuantificar”.
La edil de Contratación, Paula Moreno (PP) detalló entre ellas humedades generalizadas, deterioro general de la carpintería y cubiertas, revestimientos o zonas tabicadas como la cafetería. Tampoco existen controles de acceso en ninguna de las tres puertas.