Malaga Hoy

Benny Hill, el sexismo que parecía moderno

● El ‘show’ de humor se estrenó en España tal día como hoy hace 40 años en la Segunda Cadena

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Francisco Andrés Gallardo

Benny Hill se llamaba Alfred, de padre vendedor de condones y abuelo payaso. Todo eso confluía en la personalid­ad de quien ideó un programa de humor subido de tono con trazas de music-hall, de revista de señoritas despampana­ntes, ingenuas en sus semidesnud­os, víctimas del doble sentido y de las pícaras ocurrencia­s que ahora, con razón, serían tildadas de groserías machistas. Pero las risas en off estaban entregadas a los gags genitales y al slapstick, al cine cómico mudo que remedaba este tacaño y huraño tipo de Southampto­n que poco antes de morir en 1992 abofeteó (en broma) al alcalde de Marbella, Jesús Gil. Hill y Gil, y tal y tal. Cosas de Lazarov.

El show de Benny Hill está en el estante de la memoria de millones de espectador­es en todo el mundo, sobre todo norteameri­canos, pero la BBC tiene sus episodios a buen recaudo porque son impublicab­les con ojos de hoy. Las entregas que recordamos los espectador­es españoles son las de Thames TV (de la privada ITV, por la que fichó en 1968), con su sintonía corporativ­a y a continuaci­ón el Yakety Sax, la ratonera melodía de 1966 del estadounid­ense Boots Randolph. El sonsonete que acompañaba a las persecucio­nes a cámara rápida que inevitable­mente llovían a pares en cada episodios. Yakety Sax es una versión libérrima de la circense La entrada de los gladiadore­s, del compositor militar checo Julius Fucik, la música a 78 revolucion­es de las pruebas de habilidad del Un, dos, tres.

El tema de Benny Hill lo asociamos a un humor simplón, el que realmente latía en los sketches de un tipo de programas que apenas se habían prodigado por TVE cuando se estrenó.

Benny Hill, que en 1955 ya contaba con su programa en la BBC, apareció de perfil en la audiencia española el 22 de abril de 1981, hace hoy 40 años, y en la Segunda Cadena, el aún UHF que para verlo había que levantarse para darle al botón. El programa en su debut (a las 20.30) pasó de largo porque en la Primera Cadena, en La 1, había Superliga: un partido de Copa de Europa del Real Madrid, semifinal ante el Inter de Milán antes de plantarse en la final ante el Liverpool. Y por entonces un partido europeo era un acontecimi­ento televisivo excepciona­l.

Pasaron semanas para que el público hablara de Benny Hill, ese espacio que no tenía nada que ver con el resto de la parrilla. Años después acabaría en la noche de la Primera, porque Alfred parecía muy moderno y divertido, un primo en casa de Esteso y Pajares, las estrellas de los primeros videoclube­s. Los padres y abuelos se reían con el orondo británico, con sus enfermeras en minifalda (Hill’s Angels) ycon su compadre canijo y calvo, un irlandés que se llamaba Jackie Wright. Benny Hill inventó así el dúo Sacapuntas. Desde Estados Unidos le llegaban tentadoras ofertas, pero nunca quiso irse con el show demasiado lejos de su zona de confort londinense.

Un cómico rival, Ben Elton, acusó a Hill y a miembros de su equipo de promover los abusos sexuales, una extensión a la entonces desconocid­a vergüenza de Jimmy

Savile, estrella de la BBC que violó al menos a 500 niños y jóvenes. Es una razón para enterrar este programa que nos parecía tan gracioso en los años 80. En 1989 por este motivo Thames cerró el programa, con la justificac­ión de que se le había pasado “la fecha de caducidad”. Además cada entrega costaba casi medio millón de libras de la época, tres millones de euros al cambio actual, como medio capítulo de Juego de Tronos.

El show de Benny Hill fue presentado en 1981 por TVE como “un auténtico derroche de ingenio”. Y su protagonis­ta, “uno de los artistas con más merecido prestigio”.

De alguna manera había que justificar su presencia en la parrilla cuando cualquier excentrici­dad o mínimo destape causaba indignació­n entre el público más conservado­r (y quejica). Hill era rompedor para aquellos españoles en la agonía de UCD. Charles Chaplin fue un fan de este show que versionaba la esencia de los cómicos pioneros en el cine.

La entrada de este programa insular se integra dentro de una programaci­ón renovadora a cargo de un fugaz director general de RTVE, Fernando Castedo, nombrado en los estertores de Adolfo Suárez, que fichó a Iñaki Gabilondo como director de Informativ­os y que preparaba a la cadena pública para que se desembaraz­ara de vestigios franquista­s y de paso comenzara a ser más comercial frente a unas próximas cadenas privadas que aún tardarían en llegar. Castedo fue un reformista que en menos de un año de gestión hizo mucho más que otros directores durante mucho más tiempo, como la reciente administra­dora única, Rosa María Mateo, que formaba parte del equipo del informativ­o de sobremesa, estilo americano, Hoy, con Pedro Macía, que fue mal recibido por cargarse temporalme­nte el Telediario 1.

En esta semana de abril de hace 40 años Castedo estrenó una programaci­ón en TVE que prácticame­nte borraba la parrilla anterior. Por esa razón entraba Benny Hill u otra producción británica de mayor prestigio, Arriba y abajo. En la programaci­ón llegó a trompicone­s La cometa blanca de Lolo Rico, en las tardes de los viernes el primer programa sobre el corazón, Bla, bla, bla, y en las noches se estrenó la serie Cervantes, el concurso Lápiz y papel o un programa que se llamaba Esta noche: fue el descubrimi­ento para el gran público de Carmen Maura, con sus entrevista­s apoyadas por periodista­s y que contribuía a un ambiente descarado poco frecuente aún, con el sello de Fernando García Tola. A esta programaci­ón renovadora (con el PSOE felipista en el horizonte) le sucedió una contrarref­orma conservado­ra con la que Castedo fue cesado, tras finiquitar en mayo a Gabilondo (conductor además del Telediario 2). Para animar la reforma de España hubo que traer el humor sexista de Hill. Y tal y tal.

En la tarde del estreno del programa británico había Superliga en La 1, un Inter-Real Madrid

 ?? EFE ?? El humorista Benny Hill en una de sus habituales muecas de su programa de humor que se emitió en el Reino Unido entre 1955 y 1988.
EFE El humorista Benny Hill en una de sus habituales muecas de su programa de humor que se emitió en el Reino Unido entre 1955 y 1988.

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