La ciudad a sus pies
Las calles de Capuchinos están engalanadas para rendir honores a la Divina Pastora y ya se preparan con gozo para continuar con las fiestas en honor a María Auxiliadora. La Estrella aguarda extraordinaria en Santo Domingo, y todo estallará en la Victoria con la llegada de Pentecostés y esa mágica simbiosis del barrio con su Virgen del Rocío. Ella es la luz más potente a la que se aferran tantos en estos tiempos. vuelves a encontrar. Ya no te habla, ya no te pregunta, pero giras la vista y la ves. Está con Ella, en su rosario de cuentas verdes, y en esas f lores que se posan a las plantas de tu Virgen. Su firmeza es inquebrantable.
María fue capaz de acompañar a su Hijo en sus momentos más agónicos, que cada año revive a su manera la ciudad de Málaga, hasta el último minuto. Las madres, esas figuras imprescindibles en nuestras cofradías. Ella sonreirá al verte trabajar con tus hermanos por vuestros sagrados titulares. Hoy tú miras a esa Virgen que sabe todos tus secretos con los mismos ojos humedecidos por la emoción, tal y como tu madre te enseñó sin necesidad de explicación alguna. Hoy guardas ese silencio en el templo mientras veneras a tus sagrados titulares, y ella te sujeta fuerte de la mano.
Es el mes de la madre, y hoy concretamente, su día. Las f lores que con tanta gracia exornan a nuestros sagrados titulares se pasean por las calles bajo el regazo de las mujeres que se encargan de regalar vida. Pero qué injusto es que tengan solamente un día especial en el que todos se acuerden de ellas. Son el auténtico motor de nuestro día a día, y como tal, su firmeza, constancia, amor y cariño deben cuidarse y mimarse durante todo el año. Es lo mínimo que se merecen. Ellas son las que, a pesar de los confinamientos perimetrales, siempre están cerca de sus hijos.