Madres en pandemia: entre el miedo, la incertidumbre y la felicidad
insiste. Pero ambos están sanos.
Fátima Espinós dio a luz el 9 de julio en el Hospital Quirónsalud Málaga. Ya tenía un varón y Genoveva fue la segunda. Estaba en la mitad de la gestación cuando estalló la pandemia. “Había muchas incertidumbres sobre el Covid y el embarazo. Más que miedo, sentía respeto por el virus y más que por mí, por el bebé”, sostiene. Pasado el confinamiento, no se atrevía a salir mucho por prevención; para evitar contraer el virus. Apenas lo hacía para cosas puntuales. Así que, después del confinamiento, prácticamente siguió encerrada en casa no por el embarazo, sino por el temor al contagio. Incluso ahora, dice que
“sin dejar de hacer vida normal, salimos lo justo y cuando lo hacemos es sobre todo al aire libre”. Es arquitecta, autónoma. Confiesa que el trabajo está parado. Pero tampoco se agobia porque está disfrutando de sus niños. Genoveva ya tiene nueve meses, “gatea como una loca y hay que estar muy pendiente”. Cuando se le pregunta qué regalo le gustaría por el Día de la Madre, dice sin titubeos: “Un dibujo del mayor y salud, que es lo que pediremos todas”.
Lidia García fue madre por segunda vez el 29 de enero pasado. “Gonzalo fue hecho en el confinamiento”, se ríe. Su hijo mayor tiene seis años. “Vino normal y rápido”, afirma. Pero el segundo se resistía. De hecho, ya estaba haciéndose pruebas para saber si había algún problema de fertilidad. Entonces llegó la pandemia, el estado de alarma y el confinamiento. Los estudios ginecológicos que le estaban haciendo se paralizaron. Y en abril... se quedó embarazada. “Fue una sorpresa”, reconoce. Es técnica superior en alojamiento y trabaja en el Materno. Así que durante el confinamiento iba al hospital. “No veía a nadie por la calle”, recuerda. Dice que fue “un embarazo muy diferente al primero; raro, distinto”. Embarazada y con pandemia, seguía trabajando. Se dio de baja cuando vio que sus compañeros “empezaban a caer”, contagiados con el Covid. Admite que sintió miedo, no tanto por ella como por su bebé. “Fue un embarazo bonito; es el mejor momento de tu vida. Pero lo viví con muchísimo miedo de contagiarme y que tuvieran que separarme del bebé, como le pa
Había muchas incertidumbres. Sentía respeto por el virus; más que por mí, por el bebé”